El trastorno de deseo sexual hipoactivo (HSDD, por sus siglas en inglés), ahora conocido como trastorno de interés / excitación sexual femenina, es una disfunción sexual que causa una disminución del deseo sexual en las mujeres.
Muchas mujeres, sin saberlo, pueden pasar los síntomas de este trastorno como efectos secundarios de una vida laboral agitada, cambios en su cuerpo o envejecimiento. Pero es una condición real con tratamiento disponible.
Los siguientes son mitos y hechos comunes que rodean a HSDD. Al informarse sobre la condición, puede sentirse confiado para hablar con su médico sobre cómo encontrar tratamiento para este trastorno.
Una mejor calidad de vida está a la vuelta de la esquina.
Mito: HSDD es parte del envejecimiento.
Es probable que todas las mujeres experimenten una disminución del deseo sexual en algún momento. De hecho, los médicos han identificado que las mujeres generalmente experimentan una disminución en el deseo sexual a medida que envejecen.
Sin embargo, hay una diferencia entre una falta temporal de deseo sexual y HSDD. Comprender la diferencia es clave para encontrar el tratamiento adecuado.
Los síntomas comunes de este trastorno incluyen:
- Disminución intensa o pérdida de los pensamientos sexuales.
- Disminución intensa o pérdida de interés en iniciar el sexo.
- Disminución intensa o pérdida de la receptividad a una pareja que inicia el acto sexual.
Si su deseo sexual es tan bajo que está afectando sus relaciones íntimas, podría ser el momento de hablar con su médico. Para que se considere un trastorno, debe causar una angustia marcada o dificultades interpersonales y no debe explicarse mejor por otro trastorno mental, una afección médica, una droga (legal o ilegal), una angustia de relación grave u otros factores estresantes importantes: esto Es importante mencionar.
Muchas cosas diferentes pueden contribuir a disminuir el deseo sexual en las mujeres. Es importante comprender la raíz de sus síntomas antes de comenzar el tratamiento para este trastorno.
Algunos factores contribuyentes de HSDD incluyen:
- cambios hormonales
- menopausia inducida quirúrgicamente debido a la extirpación de uno o ambos ovarios (lo que demuestra que las mujeres pueden experimentar este trastorno sin importar la edad)
- baja autoestima
- Condiciones crónicas, como diabetes o cáncer.
- Tratamientos o condiciones que afectan el cerebro.
- Problemas en la relación (como falta de confianza o comunicación)
Mito: Muy pocas mujeres tienen HSDD.
HSDD es el trastorno sexual más común en las mujeres y puede ocurrir a cualquier edad. De acuerdo con The North American Menopause Society, los porcentajes de mujeres que experimentan la afección son:
- 8.9 por ciento (de 18 a 44 años)
- 12.3 por ciento de mujeres (de 45 a 64 años)
- 7.4 por ciento de las mujeres (mayores de 65 años)
Aunque es común, este trastorno es tradicionalmente difícil de diagnosticar debido a la falta de conciencia acerca de la enfermedad.
Mito: HSDD no es una prioridad alta para el tratamiento
HSDD es una alta prioridad para el tratamiento. La salud sexual de una mujer está estrechamente relacionada con su salud general, y los síntomas de HSDD no deben dejarse de lado.
Los síntomas de este trastorno afectan la calidad de vida de una mujer y pueden afectar negativamente sus relaciones íntimas. Como resultado, algunas mujeres pueden experimentar ansiedad social, inseguridad o depresión.
Además, las mujeres con este trastorno tienen más probabilidades de tener condiciones médicas comórbidas y dolor de espalda.
El tratamiento para HSDD incluye:
- terapia de estrógeno
- Terapia de combinación, como estrógeno y progesterona.
- terapia sexual (hablar con un especialista puede ayudar a una mujer a identificar sus deseos y necesidades)
- Relación o asesoramiento matrimonial para ayudar a mejorar la comunicación.
En agosto de 2015, la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos aprobó un medicamento llamado flibanserin (Addyi) para la HSDD en mujeres premenopáusicas. Esto marca el primer medicamento aprobado para tratar la condición para hombres o mujeres. Sin embargo, la droga no es para todos. los efectos secundarios incluyen hipotensión (presión arterial baja), desmayos y mareos.
La intimidad juega un papel importante en el bienestar físico y mental de la mujer. Si su deseo sexual disminuido está afectando su calidad de vida, no tenga miedo de hablar con su médico. Hay opciones de tratamiento disponibles.