Un absceso dental puede ser causado por infecciones que se desarrollan dentro del diente. Las bacterias pueden entrar al diente cuando está astillada, rota o en descomposición.
Una vez que las bacterias alcanzan el centro del diente y el diente se infecta, el pus se acumula en el diente. El pus en el diente se hincha y da como resultado un dolor de muelas. Si no se trata, la infección podría extenderse a las encías y al hueso de la boca.
Un dentista debe tratar un absceso dental, pero algunos remedios caseros pueden aliviar las molestias causadas por la infección.
Remedios caseros
Los siguientes remedios caseros pueden aplicarse junto con los tratamientos prescritos:
1. Enjuague con agua salada.
Enjuagarse la boca con agua salada es una opción fácil y asequible para el alivio temporal de su absceso dental. También puede promover la cicatrización de heridas y encías sanas (1).
Para utilizar este remedio:
- Mezcle 1/2 cucharadita de sal de mesa normal con 1/2 taza de agua tibia de grifo.
- Enjuague su boca con el agua salada; Trata de agitarlo dentro de tu boca durante al menos dos minutos.
- Escupir el agua.
Repita hasta tres veces por día.
2. Bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio es otra opción asequible para tratar su absceso dental, y es posible que ya tenga algunos en su gabinete de cocina. El bicarbonato de sodio es excelente para eliminar la placa en la boca y también tiene propiedades antibacterianas (2).
Para utilizar este remedio:
- Mezcle 1/2 cucharada de bicarbonato de sodio con 1/2 taza de agua y una pizca de sal.
- Agitar la mezcla en la boca durante un máximo de cinco minutos.
- Escupe y repite hasta que hayas terminado la mezcla.
Puede repetir esto hasta dos veces por día.
3. El aceite de orégano
El aceite de orégano es un remedio natural que se puede comprar en una tienda de alimentos naturales o en una farmacia. El aceite de orégano es un anti-bacteriano y antioxidante, y puede ayudar a reducir la hinchazón y el dolor de su diente absceso (3).
Para utilizar este remedio:
- Aplique unas gotas de aceite de orégano puro a una bola de algodón o un hisopo.
- Mantenga el aceite de orégano en el área infectada durante dos o tres minutos.
- Retire el algodón o hisopo. Deje el aceite de orégano durante al menos 10 minutos y luego enjuague.
Repita hasta tres veces por día.
4. compresa fria
Una compresa fría ayudará a reducir el dolor y la hinchazón.
Para utilizar este remedio:
- Coloque los cubitos de hielo en una toalla seca.
- Sostenga la compresa contra su piel cerca del área afectada.
- La compresa se puede utilizar para intervalos de 15 minutos.
Esto puede repetirse varias veces al día.
5. té de fenogreco
La alholva tiene propiedades antibacterianas y una larga historia de uso como un remedio casero para curar heridas y reducir la inflamación (4). El fenogreco molido se puede encontrar en el pasillo de especias de su supermercado.
Para utilizar este remedio.:
- Haga un té de fenogreco calentando 1 taza de agua en una cacerola y revolviendo en 1 cucharadita de fenogreco molido.
- Deje que la mezcla se enfríe.
- Aplique una pequeña cantidad en el área afectada con una bola de algodón.
- Repita hasta tres veces por día.
6. aceite de clavo
El aceite de clavo se ha usado desde la antigüedad como un remedio natural para el dolor de muelas, y puede tener propiedades antibacterianas y antiinflamatorias (5).
Puede utilizar este remedio de varias maneras:
- Aplíquelo directamente sobre el área afectada colocando unas gotas en una bola de algodón o un hisopo. Es posible que desee diluir el aceite potente con un aceite portador como la jojoba.
- También puedes hacer un enjuague bucal con aceite de clavo colocando unas gotas de aceite en un vaso pequeño de agua.
El aceite de clavo se puede usar hasta tres veces por día.
7. aceite de tomillo
El aceite de tomillo es otro aceite potente y natural que puede matar los parásitos, combatir las bacterias y reducir la hinchazón (6).
Puedes usar este remedio de varias maneras.:
- El aceite de tomillo se puede aplicar directamente en el área afectada con una bola de algodón o un hisopo.
- También puede hacer un enjuague bucal agregando unas gotas de aceite de tomillo a un vaso pequeño de agua.
Use el aceite de tomillo hasta tres veces por día.
8. El peróxido de hidrógeno
El peróxido de hidrógeno es un excelente remedio para combatir una infección bacteriana (7). También puede ayudar a reducir la placa y las encías sangrantes.
Para utilizar este remedio:
- Mezcle partes iguales de peróxido de hidrógeno al 3 por ciento con agua.
- Agita la solución en tu boca y luego escupe. Asegúrate de no tragar nada de la solución.
El peróxido de hidrógeno se puede usar varias veces al día.
9. Extracción de aceite
La extracción de aceite es otro medio antiguo de higiene oral que se ha utilizado para tratar las afecciones bucales. Se cree que la extracción de aceite elimina las toxinas de los dientes y las encías. Estudios limitados muestran que la extracción de aceite es un buen tratamiento para el sangrado de las encías, el mal aliento y la reducción de bacterias (8).
Los buenos aceites para la extracción de aceite incluyen aceite de coco crudo, aceite de sésamo y aceite de oliva. La extracción de aceite se recomienda en la mañana con el estómago vacío.
Para utilizar este remedio:
1. Tome una cucharada de aceite en la boca.
2. Agitar vigorosamente alrededor de los dientes durante 20 minutos.
3. No tragar el aceite. Escupe el aceite en un bote de basura, no en el fregadero, para evitar que las tuberías se tapen.
10. el ajo
El ajo es otro remedio natural con una historia antigua de muchos usos terapéuticos beneficiosos, incluso como un analgésico y eliminador de bacterias (9).
Para utilizar este remedio:
- Haga una pasta machacando un diente de ajo fresco.
- Frote la pasta en el área infectada.
Esto puede repetirse varias veces al día.
Cuando ver a un doctor
Un diente con absceso es una infección grave que podría propagarse a otras partes de la boca si no se trata. Si tiene un absceso dental, debe consultar a un médico inmediatamente. Los remedios caseros mencionados anteriormente se consideran tratamientos complementarios a los prescritos por un médico.