Si está considerando la insulina para controlar la diabetes tipo 2, es probable que ya haya probado una dieta, ejercicio y medicamentos orales. Si estos no mantienen su nivel de azúcar en la sangre en un rango saludable, es posible que su médico le haya recomendado comenzar con la insulina.
La terapia con insulina no es tan simple como administrarse una inyección diaria y observar cómo bajan sus niveles de azúcar en la sangre. Cualquier número de factores puede cambiar la necesidad de insulina de su cuerpo, desde los tipos de alimentos que come hasta la cantidad de ejercicio. La insulina también viene en diferentes formas. Algunos tipos comienzan a funcionar rápidamente pero no duran mucho. Otros se ponen a trabajar más despacio pero duran horas.
Según sus objetivos de salud, estilo de vida y azúcar en la sangre, su médico lo ayudará a decidir qué tipo de insulina es mejor para usted y con qué frecuencia debe administrarse inyecciones. Cuando se trata de tomar insulina, la consistencia es clave. Los cambios en su dosis, dieta y ejercicio pueden reducir su control de azúcar en la sangre. Una vez que su médico establezca una rutina para usted, es importante que siga con ella.
Esto es lo que puede esperar mientras usted y su médico establecen su rutina de insulina.
Elegir un tipo de insulina
La insulina viene en cuatro tipos, según el tiempo que se tarda en comenzar a funcionar, el tiempo que tarda en llegar al nivel más alto del cuerpo (el pico) y la duración de sus efectos:
- La insulina de acción rápida tarda de 5 a 15 minutos en comenzar a funcionar, alcanza su punto máximo después de aproximadamente una hora y dura de 2 a 4 horas.
- La insulina de acción corta tarda de 30 a 45 minutos en comenzar a funcionar, alcanza un máximo de 2 a 3 horas y dura de 3 a 6 horas.
- La insulina de acción intermedia tarda 2 horas en comenzar a funcionar, alcanza un máximo de 4 a 12 horas y luego dura de 12 a 18 horas.
- La insulina de acción prolongada tarda 2 horas en comenzar a funcionar, no tiene un pico y dura aproximadamente 24 horas.
Es posible que deba tomar una combinación de estos tipos según la cantidad de insulina que produzca su cuerpo y qué tan bien funcione. Por ejemplo, puede tomar insulina de acción prolongada solo una o dos veces al día, o puede agregar insulina de acción rápida antes de las comidas y cuando la necesite para reducir el azúcar en la sangre. O podría combinar la insulina con un medicamento oral.
Ajuste de su dosis
Su médico le recetará una dosis de insulina. También deberá calcular algunas de sus dosis según las lecturas diarias de azúcar en la sangre y la cantidad de carbohidratos que consume.
Otros factores también pueden influir en sus niveles de azúcar en la sangre y en la cantidad de insulina que necesita. Éstos incluyen:
- ejercicio
- enfermedad
- estrés
- Función del riñón
Pregúntele a su médico cómo ajustar su dosis basándose en estos y otros factores.
Probando tu azúcar en la sangre
La única forma de saber si su nivel de azúcar en la sangre está dentro de los límites, y si necesita ajustar su dosis de insulina o su tiempo, es probarlo. Pregúntele a su médico con qué frecuencia debe controlar su azúcar en la sangre.
Por lo general, las personas con diabetes tipo 2 analizan su azúcar en la sangre una o dos veces o incluso más cada día, generalmente a primera hora de la mañana, posiblemente antes de las comidas y posiblemente antes de acostarse. También es posible que deba hacer una prueba antes y después del ejercicio, o cuando esté estresado o enfermo. Todos estos factores pueden afectar sus niveles de azúcar en la sangre.
Escogiendo un método de entrega
Cuando se trata de administrarse insulina, tiene algunas opciones de administración:
- Una jeringa es un tubo hueco con una aguja en un extremo.
- Las plumas de insulina contienen un cartucho de insulina que viene precargado o que usted mismo se llena. Usted marca la dosis en la pluma y luego se inyecta insulina a través de la aguja.
- Las bombas de insulina simplifican el proceso al entregar automáticamente la insulina en su piel a través de un tubo de plástico delgado llamado catéter. Puede programar la bomba para administrar pequeñas dosis continuas de insulina a lo largo del día y dosis más altas alrededor de las comidas. Estos son más comunes para las personas con diabetes tipo 1.
- Los inyectores de chorro no usan una aguja. En su lugar, utilizan alta presión para empujar un rociado de insulina a través de la piel.
Su médico lo ayudará a decidir qué método usar según los costos, sus preferencias y su estilo de vida.
Mantenerse en su rutina de insulina.
Aquí hay algunos consejos para ayudarlo a mantener su rutina de insulina:
- Mantenga un registro de sus números. Saber cómo su azúcar en la sangre fluctúa a lo largo del día y día a día hará que sea más fácil de manejar. Cada vez que analice su azúcar en la sangre, escriba los resultados en un diario o guárdelos en una aplicación como mySugr o BG Monitor en su teléfono. Comparta sus resultados con su médico.
- Sigue tu horario. Analice su nivel de azúcar en la sangre y aplíquese insulina a las horas del día recomendadas por su médico. Cambiar su horario puede deshacerse de su control de azúcar en la sangre.
- Observe sus opciones de comida y el tamaño de las porciones. El exceso de carbohidratos puede secuestrar su control de azúcar en la sangre. Trate de mantener constante el conteo de carbohidratos para que pueda equilibrarlo con sus necesidades de insulina. Una aplicación de conteo de carbohidratos como Carb Counting with Lenny podría ayudarlo a controlar su consumo de carbohidratos.
- Manténgase en contacto con su equipo médico. Si tiene problemas para controlar sus niveles de azúcar en la sangre, hable con su médico o educador en diabetes. Es posible que necesite ajustar su dosis de insulina o dieta.
Si descubre que no puede seguir con su rutina o que sus niveles de azúcar en la sangre no se mantienen dentro del rango, consulte a su médico. Es posible que deba ajustar la dosis de insulina, el tiempo u otras partes de su rutina.