Visión general
Un ataque de asma grave es un evento potencialmente mortal. Los síntomas de un ataque severo podrían ser similares a los síntomas de un ataque menor de asma. La diferencia es que los ataques severos no mejoran con los tratamientos caseros.
Estos eventos requieren tratamiento médico de emergencia para prevenir la muerte. Si sospecha que usted o un ser querido está sufriendo un ataque de asma grave, vaya a la sala de emergencias de inmediato.
Síntomas severos de ataque de asma
Los síntomas de un ataque de asma grave comienzan como un ataque de asma menor. Es posible que sienta una acumulación de moco y algo de dolor en el pecho debido al estrechamiento de sus bronquios. Probablemente sibilancias y tos. La respiración es un desafío, especialmente durante actividades como caminar. También puede ser difícil hablar.
Dado que estos síntomas son como un ataque de asma menor, ¿qué hace que un ataque de asma grave sea diferente? La clave es la respuesta al tratamiento. Sabrá que su ataque de asma es grave si sus síntomas no mejoran con sus medidas de tratamiento de rutina, como su inhalador de rescate (¿de acción rápida?). Si usa un medidor de flujo máximo, las lecturas de flujo reducido también pueden mostrar la gravedad de un ataque de asma. Según la Clínica Mayo, un flujo espiratorio máximo (PEF) de entre el 50 y el 79 por ciento por lo general significa que necesita tratamiento.
Otros signos de un ataque de asma grave pueden incluir retracciones en el pecho, piel pálida o azul y, en los niños, somnolencia.
Opciones de tratamiento para el asma grave.
Su tratamiento para el asma depende de la gravedad de sus síntomas en forma regular. Si tiene asma grave, es probable que ya esté tomando medicamentos de control a largo plazo. También puede tener a mano un inhalador de rescate en caso de que ocurra un ataque de asma.
Los ataques de asma severos no responden a los tratamientos regulares para el asma, por lo que necesita tratamiento médico de emergencia si sus medicamentos de rescate no funcionan. En la sala de emergencias, su equipo médico puede:
- use una prueba llamada oximetría de pulso para determinar la cantidad de oxígeno en su sangre
- mida su flujo máximo para determinar la velocidad que exhala
- tomar una medición de óxido nítrico para determinar la inflamación del tubo bronquial
- mida su volumen espiratorio forzado (FEV) con una prueba de espirometría
- obtener una radiografía de tórax
Una vez que se confirma un ataque de asma grave, su médico puede administrar uno o más de los siguientes:
- ipratropio (Atrovent), un tipo de broncodilatador utilizado cuando fallan los inhaladores de rescate
- Corticosteroides orales o intravenosos para controlar la inflamación.
- oxígeno
- sulfato de magnesio
- Máquinas de intubación para ayudarte a respirar.
Recuperarse de un ataque de asma
El objetivo del tratamiento es prevenir el paro respiratorio. Además de mejorar la respiración, la recuperación del ataque de asma también depende de qué tan bien esté controlada la inflamación pulmonar. Los síntomas del asma ocurren cuando las vías respiratorias están inflamadas. y constreñido Si la inflamación subyacente no se trata, es posible que sus bronquios aún se contraigan y causen problemas.
El asma no controlada también puede conducir a ataques severos. Si confía con frecuencia en su inhalador de rescate, esta es una señal de que usted y su médico deben considerar medidas a largo plazo para el tratamiento del asma.
Ataques severos de ataque de asma
El tratamiento y la recuperación son importantes después de un ataque de asma grave, ya que ambas son medidas para salvar vidas. Pero la mejor manera de evitar este tipo de situaciones es evitar que ocurran ataques de asma graves. Aprender sus factores desencadenantes de ataque de asma es clave para la prevención.
No todos los síntomas de asma son iguales, y todos tienen diferentes factores desencadenantes del asma. Es importante aprender el tuyo para que sepas qué evitar. Los desencadenantes que pueden exacerbar la inflamación relacionada con el asma incluyen:
- caspa de animales
- productos químicos (como limpiadores)
- temperaturas frias
- aire seco
- ácaros del polvo
- acidez
- molde
- perfumes y otras fragancias
- polen
- infecciones respiratorias
- Humo (de tabaco, madera, productos químicos, etc.)
- estrés
Sin embargo, no es realista suponer que nunca entrará en contacto con un desencadenante del asma. La clave es hacer todo lo posible para evitar cualquier desencadenante conocido cuando sea posible. Si tiene una sospecha de un desencadenante que aún no se ha identificado formalmente, hable con su médico acerca de las pruebas. También debe tener su inhalador de rescate con usted en todo momento.
Ciertos factores de riesgo también pueden aumentar sus probabilidades de tener un ataque de asma grave. Estos incluyen enfermedad pulmonar, antecedentes de ataques de asma severos y enfermedad cardiovascular.
La línea de fondo
Es importante recordar que no hay cura para el asma. Los ataques de asma severos son un riesgo significativo para la salud, ya que estos eventos pueden volverse fatales rápidamente. Lo que es más, los ataques de asma pueden interrumpir su horario diario, lo que le quita tiempo a las actividades familiares, laborales y de ocio. Controlar su asma significa no solo una mejor calidad de vida, sino también una mejor perspectiva de su salud pulmonar.