Misa anexal

Artículos solo con fines educativos. No automedicarse. Para todas las preguntas relacionadas con la definición de la enfermedad y los métodos de tratamiento, comuníquese con su médico. Nuestro sitio no es responsable de las consecuencias causadas por el uso de la información publicada en el portal.

Visión general

Una masa anexial es un crecimiento que ocurre en o cerca del útero, los ovarios, las trompas de Falopio y los tejidos de conexión. Por lo general son benignos, pero a veces son cancerosos.

Algunos de ellos están llenos de líquido, y algunos son sólidos. Los médicos tienden a preocuparse más si son sólidos. La mayoría de las masas no requieren tratamiento y desaparecerán solas dentro de unos pocos ciclos menstruales. Las masas anexiales pueden ocurrir a cualquier edad.

¿Cuales son los sintomas?

A menudo no hay síntomas presentes con una masa anexa. Por lo general, se descubren durante un examen pélvico de rutina. Sin embargo, una masa anexial puede causar síntomas en algunos casos. Estos síntomas pueden incluir:

  • dolor en la región pélvica
  • Periodos irregulares en mujeres que están experimentando premenopausia.
  • sangrado en el sitio de la masa
  • dificultad para orinar
  • micción frecuente
  • estreñimiento
  • desórdenes gastrointestinales

La presencia o no de síntomas a menudo depende en gran medida del tamaño de la masa. Dado que estos síntomas pueden estar presentes en muchas afecciones diferentes, es importante que consulte a su médico si los experimenta. Sus síntomas requerirán una mayor investigación.

¿Cuales son las causas?

Hay muchos cientos de causas de masas anexiales. Las causas más comunes se describen a continuación.

Quistes ováricos

Los quistes ováricos son sacos llenos de líquido que se desarrollan en los ovarios. Son muy comunes. De hecho, muchas mujeres experimentarán al menos una en su vida. Los quistes ováricos generalmente son indoloros y no producen síntomas.

Tumores ováricos benignos

Un tumor ovárico es un bulto o crecimiento anormal de células. Se diferencian de los quistes en que son masas sólidas en lugar de estar llenas de líquido. Cuando las células dentro del tumor no son cancerosas, es un tumor benigno. Esto significa que no invadirá los tejidos cercanos ni se propagará a otras partes del cuerpo. Dependiendo del tamaño, pueden o no producir síntomas.

Cáncer de ovarios

El cáncer de ovario es una de las formas más comunes de cáncer en las mujeres. Las células anormales en el ovario se multiplican y forman un tumor. Este tumor tiene la capacidad de crecer y extenderse a otras áreas del cuerpo. Los síntomas generalmente están presentes en el cáncer de ovario y pueden incluir:

  • fatiga
  • indigestión
  • acidez
  • estreñimiento
  • dolor de espalda
  • periodos irregulares
  • relaciones sexuales dolorosas

Embarazo ectópico

Un embarazo ectópico es cuando un óvulo fertilizado no llega al útero y se implanta en una trompa de Falopio. Los embarazos ectópicos son incapaces de llegar a término. Si el huevo continúa creciendo en la trompa de Falopio, el tubo se romperá y causará un sangrado abundante. Esto causará dolor repentino y severo y sangrado interno. Los embarazos ectópicos no tratados pueden ser fatales para la mujer.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento?

Si la masa anexial es pequeña y no tiene síntomas, es posible que no requiera tratamiento alguno. Sin embargo, es probable que su médico quiera controlarlo con exámenes pélvicos y ultrasonidos regulares.

Se necesitará cirugía si:

  • la masa comienza a crecer
  • desarrollas síntomas
  • Un quiste desarrolla elementos sólidos.

Una vez eliminada, la masa anexa se analizará para determinar si las células que contiene son cancerosas o no. Si lo son, es posible que se requiera tratamiento adicional para asegurar que todas las células cancerosas hayan sido eliminadas de su cuerpo.

¿Cómo se diagnostica esto?

Las masas anexiales generalmente se diagnostican mediante un examen pélvico, una ecografía o ambos. A menudo, en los casos en que la mujer no muestra ningún síntoma, el crecimiento se detecta durante los exámenes de rutina.

Una vez diagnosticado, su médico decidirá si su caso es una emergencia. Por lo general, no lo es, y su médico tendrá tiempo para investigar qué está causando la masa y la mejor manera de proceder.

Las imágenes y las pruebas de laboratorio se pueden usar para determinar la causa subyacente de la masa anexa. Es probable que su médico también le haga una prueba de embarazo para descartar un embarazo ectópico, ya que esto necesitará tratamiento inmediato.

Masa anexial en el embarazo

Lo ideal sería que se descubriera y tratara una masa anexa antes de que una mujer quede embarazada para evitar complicaciones. Sin embargo, a veces se descubren masas anexiales durante un embarazo cuando se realizan ecografías de rutina o exámenes pélvicos.

Dado que la mayoría de las masas anexiales no son dañinas y en su mayoría se resuelven por sí solas, generalmente se considera apropiado monitorear la masa de cerca durante el embarazo sin tratamiento.

La cirugía solo se consideraría si:

  • Su médico sospecha que la masa anexial es maligna.
  • se produce una complicación
  • La masa es tan grande que es probable que cause un problema con el embarazo.

Según una revisión clínica de 2007, alrededor del 10 por ciento de las masas anexiales descubiertas en el embarazo son malignas. Incluso en estos casos, el cáncer suele estar en sus primeras etapas. Esto significa que la perspectiva para la madre es buena. Si se descubre una neoplasia maligna en su embarazo, su médico permitirá que su embarazo progrese durante el tiempo que sea posible antes de intervenir.

¿Cuál es la perspectiva?

La mayoría de las masas anexiales no son dañinas. No requerirán tratamiento a menos que una mujer experimente síntomas incómodos. Muchas masas anexas se resolverán sin ninguna intervención.

En un número muy pequeño de casos, la causa de la masa anexial será el cáncer de ovario. Si el cáncer se detecta y trata antes de propagarse fuera del ovario, la tasa de supervivencia a cinco años para el cáncer de ovario es del 92 por ciento, según la American Cancer Society.