Factores que afectan la etapa de tratamiento del linfoma de Hodgkin, ubicación, tipo y más

Artículos solo con fines educativos. No automedicarse. Para todas las preguntas relacionadas con la definición de la enfermedad y los métodos de tratamiento, comuníquese con su médico. Nuestro sitio no es responsable de las consecuencias causadas por el uso de la información publicada en el portal.

Visión general

El linfoma de Hodgkin es un cáncer que se origina en los glóbulos blancos llamados linfocitos.

Los principales tratamientos son quimioterapia y radiación, ya sea solos o en combinación. La inmunoterapia y el trasplante de células madre también pueden ser opciones, especialmente si otros tratamientos no están funcionando o si está lidiando con una recurrencia.

No hay un plan de tratamiento único que sea adecuado para todos. Cada tipo de terapia tiene beneficios y riesgos potenciales, y el curso correcto depende de sus circunstancias individuales.

Continúe leyendo para obtener más información sobre los factores que guiarán el tratamiento del linfoma de Hodgkin.

Tipo de linfoma de Hodgkin

Cada tipo de linfoma de Hodgkin tiene su propio patrón de comportamiento típico. Lo que funciona mejor para un tipo puede no ser la mejor opción para tratar a otro.

El linfoma de Hodgkin clásico representa aproximadamente el 95 por ciento de los linfomas de Hodgkin. Se trata de células cancerosas llamadas células de Reed-Sternberg. Hay cuatro subtipos de linfoma de Hodgkin clásico:

  • Esclerosis nodular El linfoma de Hodgkin puede ocurrir a cualquier edad, pero es más común en adolescentes y adultos jóvenes. Por lo general, comienza en los ganglios linfáticos del cuello o el tórax. Este tipo representa alrededor del 60 al 80 por ciento de los linfomas de Hodgkin, y la mayoría de las personas que la padecen pueden curarse.
  • El linfoma de Hodgkin con celularidad mixta suele diagnosticarse en una etapa avanzada, generalmente en adultos mayores. Normalmente se encuentra en la parte superior del cuerpo.
  • El linfoma de Hodgkin rico en linfocitos generalmente se encuentra en la mitad superior del cuerpo en solo unos pocos ganglios linfáticos. Este tipo a menudo se diagnostica en una etapa temprana en adultos. La tasa de recaída es baja.
  • El linfoma de Hodgkin empobrecido en linfocitos tiende a diagnosticarse en adultos mayores. Se encuentra en los ganglios linfáticos del abdomen, el hígado, el bazo y la médula ósea, generalmente en una etapa avanzada.

Linfoma de Hodgkin con predominio de linfocitos nodulares es otro tipo de linfoma de Hodgkin. Se trata de células cancerosas grandes llamadas células de palomitas de maíz. Este tipo comienza en los ganglios linfáticos debajo del brazo o en el cuello, y no es muy agresivo.

Etapa y localización del cáncer.

Saber hasta qué punto se ha propagado el cáncer y qué áreas del cuerpo están afectadas ayuda a su médico a ofrecer una perspectiva general y elegir los mejores tratamientos. En términos generales, el cáncer en etapa más temprana es más fácil de tratar que el cáncer en etapa más avanzada.

El linfoma de Hodgkin se clasifica de la siguiente manera:

  • Nivel 1: El cáncer se descubre en una sola región ganglionar o en un órgano.
  • Etapa 2: El cáncer se encuentra en dos regiones de los ganglios linfáticos, o un órgano y los ganglios linfáticos cercanos. Además, el cáncer se limita a una parte del cuerpo, ya sea por encima o por debajo del diafragma.
  • Etapa 3: El cáncer se ha diseminado a los ganglios linfáticos por encima y por debajo del diafragma. También se puede encontrar en el bazo, el tejido o un órgano cerca de los grupos de ganglios linfáticos.
  • Etapa 4: Además de los ganglios linfáticos, el cáncer se encuentra en otros tejidos u órganos, como los huesos, el hígado o los pulmones.

Cuando el cáncer regresa después de haber recibido tratamiento, se llama linfoma de Hodgkin recurrente. El tratamiento puede incluir quimioterapia de combinación y radioterapia, que se puede usar para combatir el cáncer y aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Otra opción es una combinación de dosis altas de quimioterapia seguida de un trasplante de células madre (trasplante de médula ósea). Es posible que su médico también pueda remitirlo a un ensayo clínico.

Posibles efectos secundarios del tratamiento.

Los tratamientos vienen con efectos secundarios a corto y largo plazo, algunos de los cuales se pueden controlar. Todo esto debe tenerse en cuenta al tomar sus decisiones de tratamiento.

Por ejemplo, la quimioterapia generalmente se administra en ciclos durante varias semanas o meses. Es posible que le administren un medicamento o una combinación de medicamentos, o el régimen y las dosis pueden variar. Los efectos secundarios de la quimioterapia varían, pero inicialmente pueden incluir:

  • fatiga
  • náuseas y vómitos
  • perdida de cabello
  • Daño en los dedos y uñas de los pies.
  • riesgo de infección
  • neuropatía
  • pérdida de apetito y pérdida de peso
  • cambios en el funcionamiento sexual

Los riesgos a largo plazo de la quimioterapia incluyen infertilidad y cánceres secundarios. También deberá realizarse varias pruebas de sangre e imágenes para ver si la quimioterapia está funcionando.

La radioterapia consiste en un número específico de tratamientos a lo largo de varias semanas. Tendrás que seguir un horario bastante estricto. Los efectos secundarios a corto plazo pueden incluir fatiga e irritación de la piel. La radiación al área del cuello puede causar dolor de garganta y boca. Los efectos secundarios a largo plazo pueden incluir cánceres secundarios y daño a los órganos que se encuentran dentro del rango de radiación.

Un trasplante de células madre requiere que primero se administre altas dosis de quimioterapia y radiación. El procedimiento puede aumentar su riesgo de infección.

Edad, salud y otras consideraciones.

Al decidir el tratamiento, es posible que usted y su médico deban tener en cuenta su edad. Las personas mayores de 50 años pueden requerir un tratamiento más intensivo.

Su estado general de salud también tiene mucho que ver con qué tan bien puede soportar ciertos tratamientos. Otros problemas médicos graves, como la enfermedad cardíaca o la diabetes no controlada, por ejemplo, podrían ser un factor en sus decisiones de tratamiento.

Los síntomas como sudoración excesiva, fiebre y pérdida de peso también pueden afectar su tratamiento.

Si está embarazada, la quimioterapia y la radioterapia pueden ser perjudiciales para su feto. Su médico puede sugerir? Espera vigilante? lo que significa suspender el tratamiento, pero vigilarlo de cerca para detectar cambios. A medida que el bebé se acerca a término, se puede inducir el parto para que pueda comenzar el tratamiento.

Asegúrese de informar a su oncólogo acerca de todas sus afecciones médicas.

Línea de fondo

Todas estas cosas, además de sus preferencias personales, deben considerarse al elegir el tratamiento. Por eso es importante hacer preguntas, expresar sus inquietudes y dar a conocer sus deseos.

Junto con su equipo de atención contra el cáncer, evaluará todas sus opciones y decidirá el mejor tratamiento. Sea cual sea el tratamiento que elija, su médico controlará su progreso y recomendará cambios según sea necesario.