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El peróxido de hidrógeno es un compuesto químico que se usa para muchos propósitos, desde blanquear los dientes hasta limpiar pequeños cortes y rasguños. Algunas personas afirman que incluso puede curar el cáncer.
La afirmación se basa en una teoría de que los niveles bajos de oxígeno pueden causar cáncer. El peróxido de hidrógeno es un compuesto oxigenante, lo que significa que es un químico que contiene oxígeno. Los defensores del uso de peróxido de hidrógeno para tratar el cáncer afirman que mata las células cancerosas al inundarlas con oxígeno.
Este tipo de tratamiento también se llama:
- terapia de hiperoxigenación
- oximedicina
- terapia bio-oxidativa
- terapia oxidativa
- oxidología
Siga leyendo para obtener más información sobre la ciencia detrás del uso del peróxido de hidrógeno como tratamiento para el cáncer y si realmente funciona.
¿Cuál es el vínculo entre el cáncer y el oxígeno?
En 1931, Otto Heinrich Warburg ganó un Premio Nobel por descubrir que las células cancerosas utilizan un proceso llamado glucólisis para producir energía. Por el contrario, las células no cancerosas suelen utilizar un proceso llamado fosforilación oxidativa para producir energía. A veces, las células no cancerosas utilizan la glucólisis como lo hacen las células cancerosas, pero solo cuando no hay suficiente oxígeno.
Este fenómeno de las células cancerosas que sobreviven sin oxígeno se llama efecto de Warburg.
Los investigadores pasaron las siguientes décadas tratando de descubrir cómo las células cancerosas sobreviven sin oxígeno. Algunos desarrollaron una hipótesis de que los niveles bajos de oxígeno en realidad causan cáncer.
Esto llevó a la creencia de que los compuestos oxigenantes, incluido el peróxido de hidrógeno, podrían matar las células cancerosas al inundarlos con más oxígeno del que podrían manejar.
Según esta investigación, algunas personas afirman que beber o inyectar una solución que contiene una concentración del 35 por ciento de peróxido de hidrógeno cura el cáncer.
¿Qué dice la investigación?
Los estudios sobre la relación entre las células cancerosas y el oxígeno comenzaron en la década de 1950. En un estudio, ratas con tumores cancerosos bebieron una mezcla de peróxido de hidrógeno y agua. Entre el 50 y el 60 por ciento de las ratas estaban libres de tumores dentro de los 60 días.
Otros estudios en animales se realizaron durante las próximas décadas. Sin embargo, la mayoría encontró que la inyección de peróxido de hidrógeno en tumores cancerosos fue ineficaz.
Un estudio en animales de 1981 encontró que la administración de peróxido de hidrógeno directamente a los tumores a través de bolitas microscópicas evitó los efectos secundarios encontrados en otros estudios y parecía tener algunos efectos anticancerígenos.
Si bien estos resultados son prometedores, se necesitan más estudios en humanos.
Una mirada mas cercana
Si bien algunos de los primeros estudios realizados sobre peróxido de hidrógeno y cáncer parecen prometedores, investigaciones más recientes revelan problemas importantes. Por ejemplo, los investigadores ahora saben que las células cancerosas no sobreviven mejor en un ambiente sin oxígeno.
Las células cancerosas crecen sin oxígeno porque se diseminan tan rápidamente que los vasos sanguíneos no pueden suministrarles oxígeno lo suficientemente rápido. Las células cancerosas pueden sobrevivir con o sin oxígeno. Inundarlos con oxígeno no detendrá su crecimiento.
Además, investigaciones más recientes sugieren que las células cancerosas producen su propio peróxido de hidrógeno, lo que puede ayudarles a crecer. Esto sugiere que el uso de peróxido de hidrógeno como tratamiento contra el cáncer puede ayudar a las células cancerosas a sobrevivir.
¿Cuáles son los riesgos?
El peróxido de hidrógeno puede ser peligroso para los humanos cuando se traga o inyecta.
Si tiene algo de peróxido de hidrógeno en su gabinete de medicamentos, es probable que sea una concentración del 3 por ciento. Cuando se ingiere, el 3 por ciento de peróxido de hidrógeno puede causar irritación estomacal e incluso quemaduras químicas en algunos casos.
Los tratamientos de cáncer de peróxido de hidrógeno usualmente involucran un 35 por ciento de peróxido de hidrógeno. Esto es más de 10 veces más fuerte de lo que se encuentra en una botella marrón en la mayoría de las farmacias.
En 2006, la Administración de Drogas y Alimentos de EE. UU. Emitió una advertencia contra el uso de peróxido de hidrógeno al 35 por ciento como tratamiento médico, alegando que puede causar graves problemas de salud, incluida la muerte.
La inyección de peróxido de hidrógeno al 35 por ciento puede causar:
- Inflamación de los vasos sanguíneos en el lugar de la inyección.
- Burbujas de oxígeno que bloquean el flujo de la inundación y conducen a embolias de gas, que pueden ser fatales.
- Destrucción de glóbulos rojos (hemólisis de glóbulos rojos).
- insuficiencia renal
Beber peróxido de hidrógeno al 35 por ciento puede causar:
- Quemaduras en la boca, garganta y estómago.
- úlceras
- espuma en la boca
- hinchazón del estómago
- pérdida de consciencia
- dificultad para respirar
Simplemente inhalar los vapores del 35 por ciento de peróxido de hidrógeno puede causar problemas respiratorios y desmayos. También puede desarrollar ampollas o una quemadura grave si su piel tiene algún contacto con ella.
La línea de fondo
Si bien el peróxido de hidrógeno puede sonar como una alternativa más segura a los tratamientos tradicionales para el cáncer, incluida la quimioterapia, hay una razón por la que los médicos no lo usan o lo recomiendan.
El peróxido de hidrógeno de alta resistencia que algunas personas recomiendan usar como tratamiento contra el cáncer es extremadamente peligroso, especialmente cuando lo toma internamente.
Puede causar varias afecciones graves, desde insuficiencia orgánica hasta una embolia fatal.