Definición
La fibrosis pulmonar idiopática (FPI) es una enfermedad pulmonar rara pero grave. Provoca una acumulación de tejido cicatricial en los pulmones, que endurece los pulmones hasta el punto de que son incapaces de expandirse y contraerse. Esto hace que sea más difícil respirar, principalmente porque los pulmones no pueden tomar la cantidad de oxígeno necesaria.
Predominio
La FPI se considera una enfermedad rara y esporádica. Según los Institutos Nacionales de la Salud, aproximadamente 100,000 personas en los Estados Unidos tienen IPF, y cada año se detectan aproximadamente de 30,000 a 40,000 casos nuevos. En todo el mundo, la IPF afecta de 13 a 20 de cada 100,000 personas.
Demografía
Si bien es difícil precisar quién recibe exactamente la FPI, un estudio reciente informó que a más hombres estadounidenses se les diagnostica la enfermedad que a las mujeres. Otro factor predictivo es la edad. Varios estudios han informado que la edad avanzada es un factor de diagnóstico común de la FPI.
Los síntomas
La IPF es difícil de diagnosticar, principalmente porque hay pocos síntomas, si los hay, en sus primeras etapas. Además, los síntomas de la FPI, como una tos seca y persistente, dificultad para respirar y malestar en el pecho, imitan otras afecciones. Sin embargo, con la FPI la respiración se vuelve tan difícil que incluso estar en reposo es forzar el cuerpo. Otros síntomas comunes incluyen fatiga extrema y paliza, donde las puntas de los dedos y las uñas están agrandadas y redondeadas.
Factores de riesgo
Si bien se desconoce la causa exacta de la FPI, ciertos factores del estilo de vida pueden jugar un papel en el desarrollo de esta enfermedad. Estos factores incluyen fumar cigarrillos, trabajar en ambientes polvorientos o mugrientos y ardor de estómago constante. Otras causas potenciales incluyen infecciones virales, ciertos medicamentos y la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).
Complicaciones
Las exacerbaciones, o empeoramiento de los síntomas, son una de las principales complicaciones de vivir con FPI. Una exacerbación aguda ocurre típicamente después de una infección, insuficiencia cardíaca o embolia pulmonar. Sin embargo, también puede ocurrir una exacerbación aguda sin causa conocida. Una exacerbación puede presentarse como una tos seca o dificultad para respirar.
También pueden surgir otras complicaciones más graves, como el desarrollo de coágulos de sangre en los pulmones o incluso el cáncer de pulmón.
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