Sacroiliitis

Artículos solo con fines educativos. No automedicarse. Para todas las preguntas relacionadas con la definición de la enfermedad y los métodos de tratamiento, comuníquese con su médico. Nuestro sitio no es responsable de las consecuencias causadas por el uso de la información publicada en el portal.

¿Qué es la sacroiliitis?

La sacroileitis es una inflamación de la articulación sacroilíaca. Puede incluir ambas articulaciones o solo una. Estas articulaciones se encuentran en la parte inferior de la columna vertebral, donde se conecta con el área pélvica, cerca de las caderas. El dolor de la sacroilitis puede afectar a:

  • nalgas
  • espalda baja
  • piernas (una o ambas)
  • caderas (una o ambas)
  • pies (no tan comunes)

La sacroileitis es un componente principal en la espondilitis anquilosante. La espondilitis anquilosante es una enfermedad reumática que causa inflamación de las articulaciones y rigidez en la columna vertebral y las caderas. Es un tipo de artritis que es progresiva.

Cualquiera puede contraer sacroiliitis. Sin embargo, la espondilitis anquilosante, que tiene la sacroileítis como un componente importante, es menos común y se observa con mayor frecuencia en los caucásicos.

Tratamiento de sacroiliitis

El tratamiento depende del tipo de sacroilitis. Tomar analgésicos de venta libre y descansar la articulación a menudo puede ayudar a aliviar muchos síntomas. Sin embargo, si está embarazada, debe consultar con su médico antes de tomar cualquier medicamento. Las opciones de tratamiento para la sacroilitis incluyen:

  • Alternando hielo y calor para aliviar el dolor y la inflamación.
  • fisioterapia y ejercicio
  • Inyecciones de corticosteroides directamente en la articulación (esto solo puede hacerse periódicamente debido a los efectos secundarios del uso regular)
  • estimulación eléctrica de la articulación mediante una unidad TENS (también conocida como estimulación nerviosa transcutánea) y estimulación de la médula espinal
  • Cirugía, que solo se realiza en casos extremos y se realiza para fusionar los huesos.

Opciones de medicación

Si el dolor es intenso, su médico puede recetarle un analgésico o un relajante muscular, ya que los espasmos musculares son comunes. También se le puede dar una receta para un medicamento llamado inhibidor de TNF si su sacroilitis está relacionada con la espondilitis anquilosante.

Ejercicios de sacroiliitis

La terapia física y los ejercicios de fortalecimiento y flexibilidad del aprendizaje pueden ser útiles para las personas con sacroileitis.

Aquí hay un par de ejercicios que pueden ayudar con la sacroileitis:

Ejercicio de flexión de cadera

  1. Acuéstese sobre su espalda con la parte inferior de las piernas sobre una caja o varias almohadas.
  2. Cruzar un pie sobre el otro.
  3. Aprieta tus piernas juntas, sostén y suelta.
  4. Repita esto varias veces o como lo indique su médico o terapeuta.
  5. Cambiar las piernas.
  6. Acuéstese boca arriba con las rodillas dobladas y los pies apoyados en el piso.
  7. Coloque una almohada entre sus rodillas, apriete y sostenga brevemente.
  8. Repita varias veces o como lo indique su médico o terapeuta.

Asimiento isométrico aducción de cadera

Durante la fisioterapia aprenderás ejercicios de rango de movimiento y ejercicios de fortalecimiento. Muchos de estos ejercicios eventualmente podrás hacer tú mismo en casa. El tratamiento también se centrará en estirar y mantener o aumentar la flexibilidad de la articulación. Siempre debe consultar con su médico o fisioterapeuta antes de intentar cualquier ejercicio para no empeorar sus síntomas o causar lesiones adicionales.

¿Cuales son los sintomas?

Los síntomas de la sacroilitis pueden parecer similares a otros problemas de la espalda baja. Sin embargo, es específicamente una inflamación en la articulación. El síntoma más común es el dolor en la parte baja de la espalda, la cadera, los glúteos y las piernas. Esto a veces se acompaña de una fiebre de bajo grado.

El dolor generalmente empeora después de estar de pie por un largo tiempo, subir y bajar escaleras, o correr o caminar con pasos largos.

¿Cuales son las causas?

Las causas de la sacroilitis pueden incluir:

  • Daño a las articulaciones sacroilíacas por caída o después de un accidente automovilístico.
  • Las articulaciones se aflojan durante el embarazo para prepararse para el nacimiento.
  • Una marcha alterada durante el embarazo.
  • artrosis y espondilitis anquilosante (artritis inflamatoria)
  • Una articulación sacroilíaca infectada (no tan común)
  • gota
  • problemas de espalda o columna vertebral existentes

Sacroiliitis en mujeres embarazadas

La sacroilitis no es infrecuente en mujeres embarazadas. Esto se debe a que durante el embarazo, sus articulaciones de cadera y sacroilíacas comenzarán a aflojarse naturalmente. Este es tu cuerpo que se prepara para dar a luz. Agregue a esto un cambio en la forma en que algunas mujeres caminan como resultado del embarazo y que puede causar que sus articulaciones sacroilíacas se inflamen. Esto se convierte en sacroiliitis.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico viene a través de varias opciones que generalmente se realizan en combinación para un diagnóstico más preciso. Su médico comenzará con un examen físico que puede incluir presionar el área de la cadera o las nalgas y mover las piernas.

Para identificar el dolor en su articulación sacroilíaca y no en otra parte de la espalda baja, su médico puede decidir inyectar un medicamento para adormecer directamente en la articulación. Sin embargo, esto no siempre es una prueba precisa ya que el medicamento se puede propagar a otras áreas.

Su médico también podría enviarle una radiografía para confirmar. Se podría usar una resonancia magnética si su médico cree que podría tener espondilitis anquilosante.

Perspectiva y pronóstico

Las perspectivas para la sacroilitis pueden variar según la causa. Algunas lesiones mejorarán con medicamentos, terapia o un programa de ejercicios. Sin embargo, si es causado por un daño articular que no se puede corregir con una cirugía o medicación, o en relación con la espondilitis anquilosante, el tratamiento se basará en el manejo de los síntomas a largo plazo.

Es importante que consulte a su médico para detectar cualquier dolor en las articulaciones. Esto es especialmente cierto si interfiere con sus funciones normales de la vida. Cuanto antes reciba tratamiento, mejor será el resultado.