Consejos de crianza para el TDAH
Criar a un niño con TDAH no es como la crianza tradicional de niños. La creación de reglas normales y las rutinas domésticas pueden volverse casi imposibles, dependiendo del tipo y la gravedad de los síntomas de su hijo, por lo que deberá adoptar diferentes enfoques. Puede ser frustrante lidiar con algunos de los comportamientos que resultan del TDAH de su hijo, pero hay maneras de hacer la vida más fácil.
Los padres deben aceptar el hecho de que los niños con TDAH tienen cerebros funcionalmente diferentes de los de otros niños. Si bien los niños con TDAH todavía pueden aprender qué es aceptable y qué no, su trastorno los hace más propensos a la conducta impulsiva.
Fomentar el desarrollo de un niño con TDAH significa que tendrá que modificar su comportamiento y aprender a controlar el comportamiento de su hijo. La medicación puede ser el primer paso en el tratamiento de su hijo. Las técnicas de comportamiento para controlar los síntomas de TDAH de un niño siempre deben estar en su lugar. Al seguir estas pautas, puede limitar el comportamiento destructivo y ayudar a su hijo a superar sus dudas.
Principios de la terapia de manejo del comportamiento.
Hay dos principios básicos de la terapia de manejo del comportamiento. El primero es alentar y recompensar el buen comportamiento (refuerzo positivo). El segundo es eliminar las recompensas siguiendo el mal comportamiento con consecuencias apropiadas, lo que lleva a la extinción del mal comportamiento (castigo, en términos conductistas). Le enseña a su hijo a comprender que las acciones tienen consecuencias al establecer reglas y resultados claros para seguir o desobedecer estas reglas. Estos principios deben seguirse en cada área de la vida de un niño. Eso significa en casa, en el aula y en el ámbito social.
Decida con anticipación qué comportamientos son aceptables y cuáles no.
El objetivo de la modificación del comportamiento es ayudar a su hijo a considerar las consecuencias de una acción y controlar el impulso para actuar en consecuencia. Esto requiere empatía, paciencia, afecto, energía y fuerza por parte de los padres. Los padres primero deben decidir qué comportamientos tolerarán y no tolerarán. Es crucial seguir estas pautas. Castigar un comportamiento un día y permitirlo al siguiente es perjudicial para la mejora de un niño. Algunos comportamientos siempre deben ser inaceptables, como arrebatos físicos, negarse a levantarse por la mañana o no querer apagar la televisión cuando se le indica que lo haga.
Su hijo puede tener dificultades para interiorizar y aplicar sus pautas. Las reglas deben ser simples y claras, y los niños deben ser recompensados por seguirlos. Esto se puede lograr utilizando un sistema de puntos. Por ejemplo, permita que su hijo acumule puntos por un buen comportamiento que se puede canjear por gastar dinero, tiempo frente al televisor o un nuevo videojuego. Si tiene una lista de reglas de la casa, escríbalas y colóquelas donde sean fáciles de ver. La repetición y el refuerzo positivo pueden ayudar a su hijo a comprender mejor sus reglas.
Definir las reglas, pero permitir cierta flexibilidad.
Es importante recompensar constantemente los buenos comportamientos y desalentar los que son destructivos, pero no debe ser demasiado estricto con su hijo. Recuerde que los niños con TDAH pueden no adaptarse tanto al cambio como a los demás. Debe aprender a permitir que su hijo cometa errores a medida que aprenden. Los comportamientos extraños que no son perjudiciales para su hijo o cualquier otra persona deben aceptarse como parte de la personalidad individual de su hijo. En última instancia, es perjudicial desalentar los comportamientos peculiares de un niño solo porque usted piensa que son inusuales.
Manejar la agresión
Los arrebatos agresivos de niños con TDAH pueden ser un problema común. ?¿Se acabó el tiempo? es una forma efectiva de calmar tanto a usted como a su niño hiperactivo. Si su hijo actúa en público, debe ser removido de inmediato de manera calmada y decisiva. ?¿Se acabó el tiempo? debe explicarse al niño como un período para refrescarse y pensar sobre el comportamiento negativo que han mostrado. Trate de ignorar los comportamientos levemente perturbadores como una manera para que su hijo libere su energía acumulada. Sin embargo, el comportamiento destructivo, abusivo o intencionalmente perturbador que va en contra de las reglas que usted establezca siempre debe ser castigado.
Otros? Do's? para hacer frente al TDAH
Crear estructura
Haga una rutina para su hijo y apéguese a ella todos los días. Establezca rituales alrededor de las comidas, la tarea, el tiempo de juego y la hora de acostarse. Las tareas diarias simples, como hacer que su hijo extienda su ropa para el día siguiente, pueden proporcionar una estructura esencial.
Divida las tareas en piezas manejables.
Trate de usar un calendario de pared grande para ayudar a recordar a un niño sus deberes. Las tareas de codificación por colores y las tareas pueden evitar que su hijo se sienta abrumado con las tareas diarias y las tareas escolares. Incluso las rutinas de la mañana deben dividirse en tareas discretas.
Simplifica y organiza la vida de tu hijo.
Cree un espacio especial y tranquilo para que su hijo lea, haga la tarea y tome un descanso del caos de la vida cotidiana. Mantenga su hogar limpio y organizado para que su hijo sepa dónde va todo. Esto ayuda a reducir las distracciones innecesarias.
Limitar las distracciones
Los niños con TDAH reciben distracciones de fácil acceso. La televisión, los videojuegos y la computadora fomentan el comportamiento impulsivo y deben regularse. Al disminuir el tiempo con la electrónica y aumentar el tiempo realizando actividades atractivas fuera del hogar, su hijo tendrá una salida para la energía acumulada.
Alentar el ejercicio
La actividad física quema el exceso de energía de manera saludable. También ayuda a un niño a centrar su atención en movimientos específicos. Esto puede disminuir la impulsividad. El ejercicio también puede ayudar a mejorar la concentración, disminuir el riesgo de depresión y ansiedad y estimular el cerebro de manera saludable. Muchos atletas profesionales tienen TDAH.Los expertos creen que los deportes pueden ayudar a un niño con TDAH a encontrar una manera constructiva de enfocar su pasión, atención y energía.
Regular los patrones de sueño
La hora de acostarse puede ser especialmente difícil para los niños que padecen TDAH. La falta de sueño exacerba la falta de atención, la hiperactividad y la imprudencia. Es importante ayudar a su hijo a dormir mejor. Para ayudarlos a descansar mejor, elimine los estimulantes como el azúcar y la cafeína y disminuya el tiempo de televisión. Establezca un ritual saludable y tranquilo para la hora de acostarse.
Alentar el pensamiento en voz alta
Los niños con TDAH pueden carecer de autocontrol. Esto hace que hablen y actúen antes de pensar. Pídale a su hijo que verbalice sus pensamientos y razonamientos cuando surja la necesidad de actuar. Es importante comprender el proceso de pensamiento de su hijo para ayudarlo a controlar las conductas impulsivas.
Promover el tiempo de espera
Otra forma de controlar el impulso de hablar antes de pensar es enseñarle a su hijo a hacer una pausa un momento antes de hablar o responder. Fomente respuestas más reflexivas ayudando a su hijo con las tareas y haciendo preguntas interactivas sobre un programa o libro de televisión favorito.
Cree en tu hijo
Es probable que su hijo no se dé cuenta del estrés que su condición puede causar. Es importante seguir siendo positivo y alentador. Elogie el buen comportamiento de su hijo para que sepa cuándo se hizo algo bien. Su hijo puede tener problemas con el TDAH ahora, pero no durará para siempre. Tenga confianza en su hijo y sea positivo sobre su futuro.
Encuentra asesoramiento individualizado.
No puedes hacerlo todo. Su hijo necesita su estímulo, pero también necesita ayuda profesional. Encuentre un terapeuta para trabajar con su hijo y proporcione otra salida para ellos. No tenga miedo de buscar ayuda si la necesita. Muchos padres están tan enfocados en sus hijos que descuidan sus propias necesidades mentales. Un terapeuta puede ayudarlo a controlar su estrés y ansiedad, así como el de su hijo. Los grupos de apoyo locales también pueden ser una salida útil para los padres.
Tomar descansos
No puedes ser solidario el 100 por ciento del tiempo. Es normal sentirse abrumado o frustrado contigo mismo o con tu hijo. Al igual que su hijo necesitará tomar descansos mientras estudia, usted también necesitará sus propios descansos. Programar tiempo solo es importante para cualquier padre. Considere contratar a una niñera. Las buenas opciones de descanso incluyen:
- salir a caminar
- ir al gimnasio
- tomando un baño relajante
Calmate
No puedes ayudar a un niño impulsivo si tú mismo estás agravado. Los niños imitan los comportamientos que ven a su alrededor, por lo tanto, si permanece compuesto y controlado durante un arrebato, ayudará a su hijo a hacer lo mismo. Tómese el tiempo para respirar, relajarse y recoger sus pensamientos antes de intentar pacificar a su hijo. Cuanto más tranquilo esté, más tranquilo se volverá su hijo.
¿Qué no? para tratar con un niño con TDAH
No te preocupes por las cosas pequeñas.
Esté dispuesto a hacer algunos compromisos con su hijo. Si su hijo ha logrado dos de las tres tareas que le asignó, considere ser flexible con la tercera tarea incompleta. Es un proceso de aprendizaje e incluso pequeños pasos cuentan.
No te sientas abrumado y arremete
Recuerde que la conducta de su hijo es causada por un trastorno. Es posible que el TDAH no sea visible en el exterior, pero es una discapacidad y debe tratarse como tal. Cuando comienza a sentirse enojado o frustrado, ¿recuerda que su hijo no puede? o "simplemente se normal".
No seas negativo
Suena simplista, pero toma las cosas un día a la vez y recuerda mantener todo en perspectiva. Lo que es estresante o vergonzoso hoy se desvanecerá mañana.
No dejes que tu hijo o el desorden tomen el control.
Recuerde que usted es el padre y, en última instancia, establece las reglas para un comportamiento aceptable en su hogar. Sea paciente y comprensivo, pero no se deje intimidar ni intimidar por las conductas de su hijo.