10 cosas que debe hacer antes de llevar a su hijo a la sala de emergencias

Artículos solo con fines educativos. No automedicarse. Para todas las preguntas relacionadas con la definición de la enfermedad y los métodos de tratamiento, comuníquese con su médico. Nuestro sitio no es responsable de las consecuencias causadas por el uso de la información publicada en el portal.

No hay nada tan aterrador para un padre como el momento en que se da cuenta de que necesita llevar a su hijo a la sala de emergencias. Nadie quiere hacer ese viaje, pero la mayoría de los padres lo hacen al menos una vez, por un hueso roto, una fiebre con picos, o simplemente por ese instinto de crianza.

Aquí hay algunas cosas que puede hacer, incluso antes de la necesidad de la visita, para ayudarlo a mantener la calma y hacer que la experiencia en la sala de emergencias sea lo menos dolorosa posible para usted y su hijo.

1. Tenga la información de salud de su hijo lista para usar

Prepare una lista de la información de salud de su hijo mucho antes de que tenga que visitar la sala de emergencias. Esta lista puede incluir información sobre alergias, fechas de vacunas anteriores, medicamentos actuales y cualquier cirugía previa a la que se haya sometido su hijo.

Otro consejo de preparación es averiguar qué hospitales para niños trabajan con sus proveedores de seguros. Guarde esta información en su refrigerador y en las notas de su teléfono. Ir a un lugar aprobado por el seguro podría ahorrarle mucho dinero a largo plazo.

2. Llame a su pediatra primero

Una llamada a su pediatra (o a la línea de enfermería fuera del horario comercial) podría ayudarlo a decidir si es necesaria una visita a la sala de emergencias. Y si el médico o la enfermera están de acuerdo en que se justifica una visita, pueden llamar con anticipación y asegurarse de que el hospital sepa que lo esperan.

3. No dudes en llamar a una ambulancia.

En una verdadera emergencia, cuando la atención inmediata es la prioridad número uno, llame a una ambulancia. No dude en hacerlo si su hijo está inconsciente, no responde o tiene problemas para respirar.

Otros signos que puede necesitar una ambulancia incluyen:

  • una convulsión que no se detiene después de 3-5 minutos
  • un hueso roto que sobresale de la piel
  • Un accidente que le hace sospechar una lesión en el cuello o la columna vertebral del niño.
  • quemaduras severas

Tenga en cuenta que muchas ambulancias no se desviarán a un hospital solicitado. Generalmente están obligados a transferir a la más cercana.

4. Mantén la calma, al menos en el exterior.

Esto es obviamente más fácil decirlo que hacerlo, pero los niños pueden aprender a sentirse basados ​​en las reacciones de sus padres. Cuando se dirija a la sala de emergencias, su hijo será sometido a nuevas caras y varias pruebas, algunas de las cuales pueden ser dolorosas. Si puedes mantener la calma, también les ayudará a mantener la suya.

5. Salta los refrescos.

Hasta que sepa qué tipo de pruebas podría estar solicitando el médico, evite darle a su hijo alimentos o bebidas. Esto es cierto para cualquier caso en el que su hijo deba ser sedado. Si su hijo ha comido recientemente, podría significar una espera más larga hasta que se produzca la sedación.

6. Trae alguna forma de entretenimiento.

A pesar del nombre, las salas de emergencia a menudo implican una buena cantidad de espera. Considere traer el animal de peluche favorito de su hijo. Un libro o iPad puede ayudar a mantenerlos ocupados y distraídos de la espera, la enfermedad o el dolor.

7. Tomar notas antes, durante y después de la visita.

Mientras espera, es una buena idea anotar los eventos que llevaron a su visita. Haga esto en su teléfono, si tiene el jugo, o solicite un pedazo de papel y un bolígrafo a la recepcionista.

Cree una lista cronológica de los eventos para mantener sus pensamientos organizados cuando finalmente vea a un médico. No es para nada raro sentirse nervioso en una situación como esta.

8. No tenga miedo de pedir una copia de seguridad

Muchos padres solteros hacen ese viaje solo a la sala de emergencias, y usted también puede hacerlo, si es necesario. Pero si es posible, vea si un miembro de la familia o un amigo puede unirse a usted. Es útil tener a alguien más para que sirva como un par de ojos y oídos adicionales. Pueden ayudar a capturar cualquier información importante que pueda olvidar durante su apuro.

Informar a un amigo o familiar con anticipación que puede llamarlos para obtener ayuda en caso de una emergencia, también puede ayudar a aliviar el estrés que pueda surgir con la situación.

9. Conozca sus derechos como padre

El hecho de quedarse con su hijo no solo lo ayudará a mantener la calma, sino que es su derecho, como tutor, permanecer con ellos en todo momento. El hospital también debe asegurarse de que el médico correcto revise los resultados de las pruebas de su hijo.

Si su hijo necesita pasar la noche, pídale al médico un plan de alta por escrito. Esto ayudará a identificar qué exámenes adicionales puede pedir su médico para que no haya sorpresas en la factura final. Otros detalles más finos pueden depender del estado en el que vives. Visite el sitio web del departamento de salud de su estado para obtener más información.

10. Sea el defensor de su hijo

Usted conoce a su hijo mejor. Si sientes que un médico de urgencias está eliminando tus preocupaciones o te apresura hacia la puerta, no tengas miedo de pedir una segunda opinión. Si su instinto le está diciendo que algo más preocupante está sucediendo, probablemente haya una razón para eso.

Intente hacer preguntas y compartir sus inquietudes en el momento adecuado. Es importante para usted mantener una relación de trabajo positiva con el equipo médico de su hijo. Preguntar mientras la enfermera está obteniendo las estadísticas de su hijo puede que no sea el mejor momento. ¡Pero tener sus notas puede ayudar!

Para llevar

Una visita a la sala de emergencias nunca es divertida para nadie. Puede ser especialmente agotador para un padre preocupado. Pero obtener el mejor cuidado para su pequeño es, en última instancia, lo mejor que puede hacer. No será agradable o fácil, pero tú puede supera el estrés de una visita a la sala de emergencias con tu hijo. Estar preparado ayuda.


Leah Campbell es una escritora y editora que vive en Anchorage, Alaska. Una madre soltera por elección después de una serie de acontecimientos fortuitos llevó a la adopción de su hija, Leah también es autora del libro "¿Una mujer estéril única?" y ha escrito extensamente sobre los temas de infertilidad, adopción y crianza de los hijos. Puedes conectarte con Leah en su sitio web personal en Twitter (@sifinalaska) y Facebook.