Todo lo que debes saber sobre la fimosis

Artículos solo con fines educativos. No automedicarse. Para todas las preguntas relacionadas con la definición de la enfermedad y los métodos de tratamiento, comuníquese con su médico. Nuestro sitio no es responsable de las consecuencias causadas por el uso de la información publicada en el portal.

¿Qué es la fimosis?

La fimosis es una condición en la cual el prepucio no se puede retraer (tirar hacia atrás) alrededor de la punta del pene. Un prepucio apretado es común en bebés varones que no están circuncidados, pero generalmente deja de ser un problema a la edad de 3 años.

La fimosis puede ocurrir naturalmente o ser el resultado de cicatrices. Es posible que los niños pequeños no necesiten tratamiento para la fimosis a menos que dificulte la micción o cause otros síntomas. A medida que estos niños crecen, la necesidad de tratamiento puede aumentar.

Síntomas de la fimosis

El síntoma principal de la fimosis es la incapacidad de retraer el prepucio a la edad de 3 años. El prepucio generalmente se afloja con el tiempo, pero este proceso puede durar más en algunos niños. Alrededor de los 17 años, un niño debería poder retraer fácilmente su prepucio.

Otro síntoma común de la fimosis es una inflamación del prepucio al orinar.

Causas de esta condición

La fimosis puede ocurrir naturalmente. No está claro por qué ocurre en algunos niños, pero no en otros. La condición también puede ocurrir si el prepucio se retrae por la fuerza antes de estar listo. Esto puede dañar la piel y causar cicatrices, haciendo que sea más difícil retraer el prepucio más adelante.

La inflamación o una infección del prepucio o la cabeza del pene (glande) pueden causar fimosis en niños o hombres. La balanitis es una inflamación del glande. A veces es el resultado de una mala higiene o una infección del prepucio.

Una de las infecciones que puede llevar a la balanitis se llama liquen escleroso. Es una afección de la piel que puede ser provocada por una respuesta inmune anormal o un desequilibrio hormonal. Los síntomas pueden incluir manchas blancas o parches en el prepucio. La piel puede picar y rasgarse fácilmente.

Buscando ayuda

Algunos casos de fimosis pueden no tratarse, especialmente entre los niños pequeños. Puede esperar a ver si el problema se resuelve solo a medida que su hijo envejece si no hay síntomas ni complicaciones. Si la fimosis interfiere con erecciones sanas o micción, o si hay otros síntomas, su hijo debe consultar a un médico.

Las infecciones recurrentes del glande o prepucio también deben ser evaluadas por un médico. Los signos de una infección pueden incluir:

  • Cambios en el color del glande o prepucio.
  • la presencia de manchas o una erupción
  • dolor
  • Comezón
  • hinchazón

Tratamiento para la fimosis.

Un examen físico y una revisión de los síntomas de su hijo suelen ser suficientes para diagnosticar la fimosis o una afección subyacente, como la balanitis.

El tratamiento de la balanitis u otro tipo de infección generalmente comienza con un hisopo del prepucio para estudiarlo en un laboratorio. Una infección bacteriana requerirá antibióticos, mientras que una infección micótica puede requerir ungüentos antimicóticos.

Si no hay infección u otra enfermedad que cause fimosis, y parece que el prepucio apretado es simplemente un desarrollo natural, puede haber varias opciones de tratamiento disponibles. Dependiendo de la gravedad de la condición, la retracción diaria suave puede ser suficiente para tratar el problema. Se puede usar un ungüento esteroide tópico para ayudar a suavizar el prepucio y facilitar la retracción. La pomada se masajea en el área alrededor del glande y prepucio dos veces al día durante varias semanas.

En casos más graves, puede ser necesaria la circuncisión o un procedimiento quirúrgico similar. La circuncisión es la extirpación de todo el prepucio. La extirpación quirúrgica de parte del prepucio también es posible. Si bien la circuncisión generalmente se realiza en la infancia, la cirugía se puede realizar en un varón de cualquier edad.

La circuncisión también puede ser necesaria si su hijo experimenta balanitis recurrente, infecciones del tracto urinario u otras infecciones.

Fimosis versus parafimosis

También se puede producir una condición llamada parafimosis cuando el prepucio se retrae, pero no se puede volver a colocar en su posición normal. Esto puede requerir atención médica de emergencia. Una complicación de la parafimosis es una reducción del flujo sanguíneo al final del pene.

Las opciones de tratamiento para la parafimosis son similares a las de la fimosis. Lubricar el glande y el prepucio puede ayudar a deslizar el prepucio hacia arriba. Antes de probar este tratamiento en casa, debe hablarlo con un médico. Haga que el médico le recomiende marcas y tipos de ungüentos o lociones que sean seguros. Si la parafimosis continúa durante varias horas, se producen cambios de color o hay dolor, debe realizarse una evaluación médica de inmediato.

La circuncisión o la circuncisión parcial pueden eliminar las preocupaciones de la retracción del prepucio. Asegúrese de discutir los riesgos y beneficios de este procedimiento con un médico. Ser incircunciso pone a un hombre en mayor riesgo de contraer VIH y otras infecciones.

panorama

Si la retracción diaria es suficiente para aflojar el prepucio, entonces jalarlo suavemente al bañarse o al orinar debería ser suficiente para evitar que el pene tenga complicaciones relacionadas con la higiene.

La fimosis puede ser una condición grave y dolorosa. Sin embargo, es tratable, y los resultados suelen ser muy buenos. La clave es buscar atención médica cuando los síntomas se vuelven obvios.

También debe recordar que cada niño se desarrolla a una velocidad diferente y de muchas maneras sutilmente diferentes. Si un hijo tiene fimosis, no hay razón para pensar que otro tendrá la misma condición.