Manejando el miedo al agua (aquaphobia)

Artículos solo con fines educativos. No automedicarse. Para todas las preguntas relacionadas con la definición de la enfermedad y los métodos de tratamiento, comuníquese con su médico. Nuestro sitio no es responsable de las consecuencias causadas por el uso de la información publicada en el portal.

¿Qué es la aquaphobia?

La mayoría de nosotros tiene un cierto grado de miedo cuando se trata de agua. Normalmente, superamos esos miedos o aprendemos formas de enfrentarlos. Pero si tiene una aquaphobia, o el miedo al agua, vive con una cantidad persistente y anormal de miedo y ansiedad que le impide incluso acercarse al agua.

Aquaphobia es una fobia específica. Este es un miedo irracional a algo que no causa mucho peligro. Es posible que tenga aquaphobia si descubre que cualquier fuente de agua le causa una cantidad excesiva de ansiedad. Esto puede incluir una piscina, un lago, un océano o incluso una bañera.

La aquafobia a menudo se confunde con otra fobia llamada hidrofobia. Aunque ambos implican agua, la aquaphobia y la hidrofobia no son lo mismo.

La hidrofobia es una aversión al agua que se desarrolla en los humanos durante las últimas etapas de la rabia.

El Instituto Nacional de Salud Mental estima que las fobias específicas afectan a 19.2 millones de adultos en los Estados Unidos. Las mujeres tienen el doble de probabilidades de experimentarlas que los hombres.

Muchos adultos que viven con una fobia específica, como la aquaphobia, comienzan a desarrollar síntomas relacionados con su miedo en la infancia o la adolescencia.

¿Cuáles son los síntomas de la aquaphobia?

Ver agua puede desencadenar miedo y ansiedad intensos en una persona con aquaphobia. Esto podría ser una cantidad muy pequeña de agua, como lo que se encuentra en el lavabo del baño, o una gran masa de agua, como un océano. La cantidad de agua no es lo que causa la fobia. Es el agua misma la que crea el miedo y la ansiedad resultante.

Algunos de los síntomas más comunes de la aquaphobia incluyen:

  • Un sentimiento inmediato de miedo intenso, ansiedad y pánico al pensar en el agua.
  • un miedo persistente, excesivo o irrazonable cuando se expone al agua
  • Reconocer que el miedo al agua es excesivo o desproporcionado a la amenaza real.
  • evitar el agua
  • transpiración
  • latidos rápidos
  • pecho apretado y dificultad para respirar
  • náusea
  • mareos o desmayos

¿Qué causa la aquaphobia?

Las causas de las fobias específicas no se conocen bien. Sin embargo, hay algunas pruebas de que las fobias pueden heredarse genéticamente. Si tiene un familiar que tiene una afección de salud mental, como ansiedad u otras fobias, puede correr el riesgo de desarrollar una fobia.

La aquafobia a menudo es causada por un evento traumático durante la niñez, como casi un ahogamiento. También puede ser el resultado de una serie de experiencias negativas. Estos suelen ocurrir en la infancia y no son tan graves como una experiencia traumática.

La Clínica Mayo también sugiere que los cambios en la función cerebral también pueden desempeñar un papel en el desarrollo de fobias específicas.

¿Cómo se diagnostica la aquaphobia?

Los médicos utilizan la nueva edición del Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales (DSM-5) para ayudarles a diagnosticar enfermedades de salud mental.

Actualmente, el DSM-5 no tiene un diagnóstico específico o categoría para la aquaphobia. En su lugar, identifica un miedo al agua bajo el diagnóstico de fobia específica.

Si sospecha que tiene aquaphobia, haga una cita con su médico. Podrán derivarlo a un especialista en salud mental que puede diagnosticar y tratar su fobia.

Según los criterios del DSM-5, un especialista en salud mental probablemente diagnosticará la aquaphobia (o una fobia específica) si ha experimentado los síntomas mencionados anteriormente durante al menos seis meses.

Parte del diagnóstico también incluye descartar otras afecciones de salud mental, como:

  • desorden obsesivo compulsivo
  • Trastorno de estrés postraumático
  • trastorno de pánico

¿Cómo se trata la aquaphobia?

Dado que la aquafobia se considera una fobia específica, se trata más comúnmente con dos formas de psicoterapia: la terapia de exposición y la terapia cognitivo conductual.

El método de tratamiento preferido es la terapia de exposición. Durante este tipo de terapia, estará expuesto repetidamente a la fuente de la fobia, en este caso, el agua. Cuando esté expuesto al agua, su terapeuta hará un seguimiento de sus reacciones, pensamientos, sentimientos y sensaciones para ayudarlo a controlar su ansiedad.

Con la terapia cognitiva conductual, aprenderá a desafiar sus pensamientos y creencias sobre su miedo al agua. A medida que aprendas a desafiar tus miedos, también desarrollarás estrategias para enfrentar esos patrones de pensamiento y creencias.

Además del tratamiento profesional, también hay varias técnicas de autocuidado que puede practicar en casa. Las estrategias basadas en la atención plena, la actividad física diaria, el yoga y la respiración profunda son estrategias útiles para tratar las fobias.

En las últimas etapas del tratamiento, puede decidir trabajar con un instructor de natación especialmente capacitado que puede ayudarlo a aprender a sentirse cómodo nadando.

Su médico también puede recetarle medicamentos para tratar algunos síntomas de ansiedad y pánico. Pero la clínica Mayo observa que estos no se usan a largo plazo. Más bien, los medicamentos pueden ayudar durante el tratamiento inicial y por razones específicas.

¿Cuál es la perspectiva?

Un plan de tratamiento que incluya psicoterapia, junto con el apoyo de sus seres queridos, puede ayudarlo a aprender a manejar su fobia con éxito.

Si sospecha que tiene aquaphobia, haga una cita para ver a su médico. Ellos pueden ayudarlo a encontrar el tratamiento que funcione mejor para usted.