Visión general
La diabetes y la fatiga a menudo se discuten como causa y efecto. De hecho, si tiene diabetes, es más que probable que experimente fatiga en algún momento. Sin embargo, puede haber mucho más en esta correlación aparentemente simple.
Alrededor de 2,5 millones de personas en los Estados Unidos tienen síndrome de fatiga crónica (SFC). El SFC está marcado por la fatiga continua que interrumpe significativamente la vida cotidiana. Las personas con este tipo de fatiga extrema agotan sus fuentes de energía sin estar necesariamente activas. Caminar hasta tu auto, por ejemplo, puede agotar toda tu energía. Se cree que el SFC está relacionado con la inflamación que altera los metabolitos musculares.
La diabetes, que afecta el azúcar en la sangre (glucosa) y la producción de insulina por el páncreas, también puede tener marcadores inflamatorios. Una gran cantidad de estudios han analizado las posibles conexiones entre la diabetes y la fatiga.
Puede ser un reto tratar tanto la diabetes como la fatiga. Sin embargo, hay numerosas opciones que pueden ayudar. Es posible que primero deba consultar a su médico para determinar la causa exacta de su fatiga.
Investigación sobre diabetes y fatiga.
Existen numerosos estudios que relacionan la diabetes y la fatiga. Uno de esos estudios examinó los resultados de una encuesta sobre la calidad del sueño. Los investigadores informaron que el 31 por ciento de las personas con diabetes tipo 1 tenían mala calidad de sueño. La prevalencia fue ligeramente mayor en los adultos que tenían diabetes tipo 2, con un 42 por ciento.
Según otro estudio de 2015, aproximadamente el 40 por ciento de las personas con diabetes tipo 1 tienen fatiga por más de seis meses. Los autores también señalaron que la fatiga a menudo es tan severa que afecta las tareas cotidianas y la calidad de vida.
Un estudio de 2013 se llevó a cabo en 37 personas con diabetes, así como 33 sin diabetes. De esta manera, los investigadores podrían observar las diferencias en los niveles de fatiga. Los participantes respondieron anónimamente preguntas sobre encuestas de fatiga. Los investigadores concluyeron que la fatiga era mucho mayor en el grupo con diabetes. Sin embargo, no pudieron identificar ningún factor específico.
La fatiga parece ocurrir tanto en la diabetes tipo 1 como en la diabetes tipo 2. Un estudio de 2014 encontró una fuerte relación entre la hiperglucemia (alto nivel de azúcar en la sangre) y la fatiga crónica en personas con diabetes tipo 1.
Posibles causas de la fatiga.
La fluctuación de la glucosa en la sangre se suele considerar como la primera causa de fatiga en la diabetes. Pero los autores de un estudio de 155 adultos con diabetes tipo 2 sugirieron que la glucosa en la sangre era la causa de la fatiga en solo el 7 por ciento de los participantes. Estos hallazgos sugieren que la fatiga de la diabetes puede no estar necesariamente vinculada a la enfermedad en sí, pero quizás con otros síntomas de la diabetes.
Otros factores relacionados, que a menudo se ven en las personas con diabetes, que pueden contribuir a la fatiga incluyen los siguientes:
- inflamación generalizada
- depresión
- insomnio o mala calidad del sueño
- hipotiroidismo (tiroides poco activa)
- Niveles bajos de testosterona en los hombres.
- insuficiencia renal
- efectos secundarios de los medicamentos
- saltarse las comidas
- falta de actividad física
- nutrición pobre
- falta de apoyo social
Tratamiento de la diabetes y la fatiga.
El tratamiento tanto de la diabetes como de la fatiga es más exitoso cuando se lo considera como un todo, en lugar de por separado. Los hábitos de vida saludables, el apoyo social y las terapias de salud mental pueden tener un impacto positivo en la diabetes y la fatiga al mismo tiempo. Lea los consejos de una mujer para sobrellevar el SFC.
Cambios en el estilo de vida
Los hábitos de vida saludables están en el corazón de la buena salud. Estos incluyen el ejercicio regular, la nutrición y el control de peso. Todo esto puede ayudar a aumentar la energía mientras también controla el azúcar en la sangre. Según un estudio de 2012, hubo una fuerte correlación con un alto índice de masa corporal (IMC) y la fatiga en mujeres con diabetes tipo 2.
El ejercicio regular puede disminuir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en primer lugar. Pero la Asociación Americana de Diabetes (ADA) dice que el ejercicio puede ayudar a la glucosa en la sangre incluso si ya tiene diabetes. La ADA recomienda un mínimo de 2.5 horas de ejercicio por semana sin tomar más de dos días de descanso seguidos. Puede probar una combinación de ejercicios aeróbicos y entrenamiento de resistencia, así como rutinas de equilibrio y flexibilidad, como el yoga. Vea más sobre cómo la dieta y el ejercicio pueden ayudarlo si tiene diabetes.
Apoyo social
El apoyo social es otra área de investigación que se está investigando. Un estudio de 1.657 adultos con diabetes tipo 2 en 2013 encontró correlaciones significativas entre el apoyo social y la fatiga de la diabetes. Los investigadores encontraron que el apoyo de la familia y otros recursos disminuyeron la fatiga relacionada con la diabetes.
Hable con su familia para asegurarse de que apoyen su manejo y cuidado de la diabetes. Conviértase en un punto para salir con amigos cuando pueda y participe en sus pasatiempos favoritos cuando tenga la energía para hacerlo.
Salud mental
La depresión es alta en diabetes. Según la revista Current Diabetes Reports, las personas con diabetes tienen el doble de probabilidades de tener depresión. Esto puede ser causado por cambios biológicos o por cambios psicológicos a largo plazo. Obtenga más información sobre el vínculo entre estas dos condiciones.
Si ya está recibiendo tratamiento para la depresión, su antidepresivo podría interrumpir su sueño por la noche. Puede hablar con su médico sobre la posibilidad de cambiar los medicamentos para ver si su sueño mejora.
El ejercicio también puede ayudar a la depresión al aumentar los niveles de serotonina. También puede beneficiarse de la asesoría grupal o individual con un terapeuta.
Cuando ver a un doctor
El CFS es preocupante, especialmente cuando interfiere con las actividades cotidianas, como el trabajo, la escuela y las obligaciones familiares. Debe consultar a su médico si sus síntomas de fatiga no mejoran a pesar de los cambios de estilo de vida y el control de la diabetes. La fatiga podría estar relacionada con los síntomas secundarios de la diabetes u otra afección.
Su médico puede ordenar algunos análisis de sangre para descartar otras afecciones, como la enfermedad de la tiroides. Cambiar sus medicamentos para la diabetes es otra posibilidad.
¿Cuál es la perspectiva?
La fatiga es común con la diabetes, pero no tiene que durar para siempre. Hable con su médico sobre las formas en que puede controlar la diabetes y la fatiga. Con unos pocos cambios en el estilo de vida y el tratamiento, junto con la paciencia, su fatiga puede mejorar con el tiempo.