La fibrosis pulmonar idiopática (FPI) causa síntomas continuos (crónicos) a largo plazo que pueden empeorar progresivamente. Esto suele ser un proceso gradual en el transcurso de varios meses o años.
Sin embargo, un inicio rápido de síntomas severos podría significar que está teniendo un brote de FPI. Esto también se llama una exacerbación aguda. Según la Clínica Mayo, los síntomas agudos de la fibrosis pulmonar pueden durar días o semanas a la vez.
Es importante conocer los signos de una exacerbación aguda y lo que puede hacer antes de tiempo. Siga leyendo para obtener más información sobre cómo puede administrar su IPF durante un brote.
¿Cómo puedo saber si mi IPF está empeorando?
La falta de aliento es el primer y más obvio signo de la FPI. Si está experimentando un brote, puede notar algunos cambios con su respiración primero. Si no ha tenido dificultad para respirar durante el sueño u otros momentos de descanso, puede experimentarlo ahora. Su respiración en general puede ser más difícil durante sus actividades diarias también. La tos también puede empeorar durante un brote de FPI.
Otros síntomas de la FPI pueden aparecer más gradualmente a medida que avanza la enfermedad. Pero durante un brote, puede experimentar los siguientes síntomas más de lo habitual:
- fatiga
- achaques
- falta de apetito
- estrés
Es importante no comparar sus propios síntomas de FPI con los de otra persona. Todos son diferentes. Como regla general, es posible que tenga un brote si sus síntomas empeoran repentinamente y son más graves.
Pregúntele a su médico acerca de los medicamentos.
Su médico puede prescribir medicamentos adicionales durante un brote. Si bien ninguno de estos trata los brotes de FPI, algunos pueden reducir la frecuencia de las exacerbaciones. El cuidado principal de la FPI es de apoyo, que ayuda a aliviar sus síntomas y lo hace sentir más cómodo.
Los tratamientos pueden incluir:
- Antibióticos para tratar infecciones potenciales.
- supresores de la tos
- antifibróticos
- terapia de oxigeno
No debe tomar ningún medicamento sin el consentimiento de su médico, ni siquiera los medicamentos de venta libre.
Aumenta tu ingesta de oxígeno
Sus pulmones no reciben tanto oxígeno durante un brote de FPI. Esto no solo hace que la respiración sea mucho más difícil, sino que también puede afectar el resto de su cuerpo. Su torrente sanguíneo no absorberá tanto oxígeno para producir glóbulos rojos, y no podrá suministrar oxígeno a otros órganos como su cerebro.
Aquí es donde la terapia de oxígeno puede ayudar. De acuerdo con la American Lung Association, la mayoría de las personas con fibrosis pulmonar eventualmente necesitarán oxigenoterapia. Al complementar su ingesta de oxígeno, puede asegurarse de que su cuerpo reciba la cantidad correcta para mantener sus órganos funcionando correctamente. Te ayudará a darte más energía también.
Si ya toma oxígeno para la FPI, es posible que deba aumentar la cantidad que utiliza durante un brote. Esto podría significar el uso de la terapia de oxígeno en la noche, además de durante sus actividades diurnas.
Descansa tanto como puedas
El descanso es crucial durante un brote IFP. Es probable que se sienta más fatigado de lo normal porque no está recibiendo tanto oxígeno. La Fundación de Fibrosis Pulmonar recomienda ocho horas de sueño por noche, como mínimo. No solo se sentirá más descansado, sino que la cantidad correcta de sueño también puede ayudar a mantener su sistema inmunológico bajo control.
Mantente activo, pero no te excedas.
La IPF puede hacer que parezca imposible mantenerse activo, especialmente durante un brote. Pero no debes renunciar por completo a tus actividades. Mantenerse activo ayuda a aumentar la resistencia de todo su cuerpo, incluida la de sus pulmones. También existe el beneficio adicional de la serotonina potenciada para ayudar a evitar los sentimientos de estrés o tristeza.
Sin embargo, es posible que deba reducir sus niveles de actividad un poco durante un brote. Esto podría significar tomar las cosas lentamente o reducir la intensidad del ejercicio. Si actualmente se encuentra en rehabilitación pulmonar, hable con su equipo sobre su brote y qué actividades pueden estar fuera de los límites.
Cuando ver a tu doctor
Con IPF, es crucial notificar a su médico sobre cualquier cambio que ocurra. Esto incluye cambios de síntomas y cualquier ajuste a su plan de manejo.
Además, informe a su médico si cree que está teniendo un brote. Es posible que quieran verlo en su oficina para realizar pruebas adicionales y ajustar su tratamiento, si es necesario.