Si vive con el linfoma de Hodgkin, es importante recordar que la forma en que cuida de su cuerpo durante el tratamiento puede afectar la forma en que se siente día a día. Mantener una dieta saludable y una rutina regular de ejercicios, tanto como sea posible, puede mejorar potencialmente su sensación de bienestar general.
Cómo la dieta puede afectarte durante el tratamiento.
Durante el tratamiento para el linfoma de Hodgkin, su sistema inmunológico es más vulnerable, lo que lo pone en riesgo de contraer infecciones. También es común que el tratamiento cause efectos secundarios como el agotamiento y la pérdida de peso. Comer comidas saludables ayuda a mantener su cuerpo fuerte, a mantener sus niveles de energía y peso, y a apoyar su sistema inmunológico.
Si actualmente recibe quimioterapia, puede experimentar efectos secundarios gastrointestinales, como náuseas y diarrea, que pueden hacer que sea más difícil mantenerse bien nutrido. Durante esta etapa vital de su recuperación, es especialmente importante que mantenga una dieta que le proporcione todos los nutrientes que su cuerpo necesita.
Las necesidades nutricionales de las personas con linfoma de Hodgkin varían dependiendo de factores como la edad, el historial médico, el diagnóstico y la etapa del tratamiento. Por lo tanto, es importante trabajar con su proveedor de atención médica para diseñar un plan de bienestar adecuado para usted. Su médico puede aconsejarle sobre sus necesidades dietéticas o puede derivarlo a un dietista.
Comer una dieta saludable
Si bien no existe una dieta específica para las personas que viven con linfoma de Hodgkin, siempre puede intentar planificar comidas que sean equilibradas y nutritivas. Una dieta sana y equilibrada debe incluir:
- Carbohidratos complejos, incluidos los cereales integrales, como la avena o el trigo integral.
- proteínas magras
- productos lácteos
- muchas frutas y verduras
- grasas saludables, como las que se encuentran en las nueces, los aguacates y el aceite de oliva virgen extra
Trate de incluir una variedad de frutas y verduras en su rotación regular, y procure de 5 a 10 porciones por día. Como punto de referencia, una porción de la mayoría de las frutas y verduras es aproximadamente media taza. También es una buena idea incluir una o más porciones de verduras crucíferas como brócoli, col rizada o coles de Bruselas todos los días.
Siempre que sea posible, elija opciones sin grasa o bajas en grasa cuando se trata de productos lácteos. En general, trate de limitar la cantidad de grasas saturadas y grasas trans a menos del 10 por ciento de su ingesta diaria de calorías.
Del mismo modo, el azúcar no debe representar más del 10 por ciento de su ingesta diaria de calorías. Trate de limitar su consumo de sal a menos de 2,300 miligramos (mg) por día.
Manténgase hidratado tomando mucha agua y bebidas sin azúcar como el té de hierbas o el seltzer. Dado que la cafeína a veces puede aumentar los efectos secundarios gastrointestinales, las bebidas descafeinadas pueden ser su mejor opción. Sin embargo, si no puede prescindir de una sacudida ocasional de cafeína, agregar más fibra a su dieta puede ayudar a prevenir algunos de estos síntomas.
Minimizar los riesgos de seguridad alimentaria.
Durante ciertos tratamientos de linfoma de Hodgkin, su cuerpo puede volverse más susceptible a enfermedades e infecciones transmitidas por los alimentos. Aquí hay algunos consejos rápidos de seguridad alimentaria para ayudar a reducir su riesgo:
- Lávese las manos con frecuencia durante el día y asegúrese de limpiar cualquier superficie que use para cocinar antes de comenzar a preparar una comida.
- Lava todos tus productos antes de pelarlos.
- Evite comer carne cruda, huevos, brotes y sushi.
- Evite descongelar artículos congelados en el mostrador.
- Use platos separados para la carne cruda antes de cocinar.
- Evite la leche no pasteurizada, el queso y los jugos.
- Cuando salga a comer, evite las ensaladas y los buffets.
- Después de comprar alimentos, refrigere sus alimentos perecederos lo antes posible.
- Sea diligente al inspeccionar sus alimentos para determinar si están deteriorados y si cumple con las fechas de vencimiento.
Continuar comiendo durante la quimioterapia.
A veces, los efectos secundarios de su tratamiento pueden hacer que comer sea difícil o indeseable. Si tiene problemas para bajar los alimentos sólidos, las opciones líquidas como los batidos de proteínas, el jugo sin azúcar y la sopa baja en sodio pueden ser más fáciles de tragar.
Optar por alimentos blandos y alimentos que se vuelven tiernos cuando se cocinan es otra manera de minimizar el dolor al tragar. Mezclar frutas y verduras en un batido puede ser una alternativa sorprendentemente sabrosa a comerlas completas.
Si encuentra que está luchando para terminar sus comidas, puede ser útil dividir su ingesta de alimentos en porciones más pequeñas y comer porciones del tamaño de un bocadillo de cuatro a seis veces a lo largo del día.
Trate de no saltarse ninguna comida incluso si siente que es difícil comerla. Y haz un esfuerzo para mantenerte hidratado incluso si no sientes sed. Los líquidos pueden ayudar a aliviar los síntomas como la fatiga y el estreñimiento que contribuyen a la pérdida de apetito.
Mantener la forma
Las investigaciones han demostrado que mantenerse activo durante el tratamiento del linfoma de Hodgkin puede mejorar tanto su resistencia física como su pronóstico de recuperación. Además de desarrollar la fuerza muscular y ósea, también se ha demostrado que el ejercicio regular reduce la ansiedad y la fatiga, mejora la función cardíaca y aumenta la autoestima.
Antes de comenzar un nuevo programa de ejercicios, debe consultar con su médico acerca de sus necesidades de acondicionamiento físico. Es una buena idea comenzar con una rutina de ejercicios livianos, luego aumentar gradualmente la intensidad a medida que tenga una idea de sus capacidades y limitaciones.
Las personas que ya hacen ejercicio con frecuencia pueden necesitar disminuir su nivel de condición física durante las partes más exigentes físicamente del tratamiento del linfoma de Hodgkin, como la quimioterapia. La quimioterapia también puede aumentar el riesgo de enfermedades relacionadas con el ejercicio. Es mejor evitar los gimnasios y piscinas públicas durante esta etapa del tratamiento para reducir el riesgo de exposición a infecciones.
Mantenerse activo durante el tratamiento
Aunque es una buena idea mantenerse lo más activo posible durante el tratamiento, no necesita esforzarse demasiado si se siente débil o cansado. El proceso de recuperación para las personas con linfoma de Hodgkin puede ser físicamente exigente. Es posible que haya días en que simplemente no tenga la energía para su rutina de ejercicios regular.
Aquí hay algunas opciones para ayudarlo a mantenerse activo si se siente demasiado fatigado para un entrenamiento completo:
- Da un paseo suave por tu vecindario.
- Vé por las escaleras.
- Ordena tu espacio vital.
- Pasa 30 minutos haciendo jardinería.
- Practica técnicas de atención plena como la respiración profunda y el yoga ligero.
La comida para llevar
Independientemente de la etapa en la que se encuentre en su tratamiento, no es demasiado tarde para comenzar a elegir un estilo de vida saludable. Para obtener más información sobre las pautas recomendadas de nutrición y acondicionamiento físico, hable con su médico durante su próxima cita.