¿Qué es el síndrome de Sandifer?
El síndrome de Sandifer es un trastorno raro que generalmente afecta a niños de hasta 18 a 24 meses de edad. Causa movimientos inusuales en el cuello y la espalda de un niño que a veces hacen parecer que tienen una convulsión. Sin embargo, estos síntomas generalmente son causados por reflujo ácido severo o enfermedad de reflujo gastroesofágico (ERGE).
¿Cuales son los sintomas?
Los principales síntomas del síndrome de Sandifer son la tortícolis y la distonía. La tortícolis se refiere a movimientos involuntarios del cuello. La distonía es un nombre para los movimientos de retorcimiento y torsión debido a las contracciones musculares incontrolables. Estos movimientos a menudo hacen que los niños arquean la espalda.
Los síntomas adicionales del síndrome de Sandifer y la ERGE incluyen:
- cabeceo
- sonidos de gorgoteo
- toser
- problemas para dormir
- irritabilidad constante
- poco aumento de peso
- asfixia
- hechizos de aliento
- alimentación lenta
- neumonía recurrente
¿Qué lo causa?
Los médicos no están seguros de la causa exacta del síndrome de Sandifer. Sin embargo, casi siempre está relacionado con un problema con el esófago inferior, que conduce al estómago, o una hernia de hiato. Ambos de estos pueden llevar a GERD.
La ERGE a menudo causa dolor en el pecho y molestias en la garganta, y los estudios sugieren que los movimientos asociados con el síndrome de Sandifer son simplemente la respuesta de un niño al dolor o una forma de aliviar la molestia.
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¿Cómo se diagnostica?
Algunos de los síntomas del síndrome de Sandifer pueden ser difíciles de distinguir de un problema neurológico, como la epilepsia. El médico de su hijo puede usar un electroencefalograma (EEG) para observar la actividad eléctrica en el cerebro.
Si el EEG no muestra nada inusual, el médico podría hacer una sonda de pH insertando un pequeño tubo en el esófago de su hijo. Esto comprueba si hay signos de ácido estomacal en el esófago durante 24 horas. La sonda puede requerir una estancia hospitalaria durante la noche.
También puede mantener un registro de las horas de alimentación y cuando note que su hijo tiene síntomas. Esto puede ayudar al médico de su hijo a ver si hay algún patrón que pueda facilitar el diagnóstico del síndrome de Sandifer.
Como es tratado?
El tratamiento del síndrome de Sandifer implica tratar de reducir los síntomas de la ERGE. En muchos casos, es posible que solo necesite hacer algunos cambios en los hábitos alimenticios.
Éstos incluyen:
- no sobrealimentar
- mantener a su hijo erguido durante media hora después de alimentarlo
- usar una fórmula de proteína hidrolizada si está alimentando con fórmula o eliminando todos los productos lácteos de su dieta si está amamantando porque su médico sospecha que su hijo podría tener una sensibilidad a la proteína de la leche
- mezcle hasta 1 cucharada de cereal de arroz por cada 2 onzas de fórmula en el biberón
Si ninguno de estos cambios funciona, el médico de su hijo podría sugerirle medicamentos, que incluyen:
- Bloqueadores del receptor H2, como la ranitidina (Zantac)
- antiácidos, como Tums
- Inhibidores de la bomba de protones, como lansoprazol (Prevacid)
Cada uno de estos medicamentos tiene efectos secundarios potenciales y es posible que no siempre reduzca los síntomas. Pregúntele a su médico sobre los riesgos en comparación con los beneficios de cualquier medicamento recomendado para su bebé.
En casos raros, su hijo puede necesitar un procedimiento quirúrgico llamado funduplicatura de Nissen. Esto implica envolver la parte superior del estómago alrededor del esófago inferior. Esto aprieta el esófago inferior, lo que evita que el ácido suba al esófago y cause dolor.
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Cual es la perspectiva
En los niños, la ERGE generalmente desaparece por sí sola después de los 18 meses de edad, cuando los músculos de su esófago maduran. El síndrome de Sandifer por lo general también desaparece una vez que esto sucede. Si bien a menudo no es una afección grave, puede ser dolorosa y provocar problemas de alimentación, que pueden afectar el crecimiento. Entonces, si observa posibles síntomas, consulte al médico de su hijo.