Sus riñones son dos órganos en forma de frijol ubicados cerca de su espalda. Cada día, filtran los desechos y el agua extra de la sangre para producir orina. Los riñones también liberan hormonas que regulan la presión arterial y otras funciones corporales. El carcinoma de células renales (RCC) puede comenzar en los tubos de filtración de sus riñones. Desde allí, puede crecer y extenderse a otras partes de su cuerpo.
El carcinoma de células renales es un tipo de cáncer que comienza en los diminutos tubos de filtración de los riñones. ¿Metastático? Significa que el cáncer se ha diseminado fuera de los riñones. Puede haber alcanzado ganglios linfáticos u órganos como el cerebro y los pulmones. Cuando el cáncer se propaga, puede afectar muchas partes diferentes de su cuerpo.
Sistema urinario
El cáncer puede dañar el riñón e interferir con su capacidad para filtrar los desechos de la sangre. Un síntoma común del cáncer de células renales es la sangre en la orina.
Sistema respiratorio
El carcinoma de células renales se puede diseminar a los pulmones. Puede bloquear las vías respiratorias, evitando que llegue suficiente oxígeno a su cuerpo. Los síntomas del carcinoma metastásico de células renales en el pulmón incluyen tos, dificultad para respirar y dolor o presión en el pecho.
Sistema digestivo
El cáncer de células renales se puede diseminar a su hígado. El hígado filtra las toxinas de la sangre y produce bilis, un fluido digestivo. El cáncer en el hígado puede bloquear el flujo de sangre y bilis. Puede provocar síntomas como pérdida de apetito, pérdida de peso, ictericia, náuseas y vómitos.
Sistema esquelético
El hueso es uno de los sitios más comunes para la propagación del carcinoma de células renales. El cáncer causa dolor en los huesos. También puede debilitarlos y aumentar el riesgo de fractura.
Sistemas circulatorios y cardiovasculares.
Los riñones producen hormonas como la eritropoyetina, que ayuda a producir glóbulos rojos y renina. Estos regulan la presión arterial. El cáncer en los riñones puede llevar a una falta de suficientes glóbulos rojos, llamada anemia. Los glóbulos rojos transportan oxígeno a los tejidos de su cuerpo. Cuando no tienes suficientes de ellos, te cansarás, palidecerás y te fallará el aliento. El cáncer de células renales también puede liberar sustancias que aumentan su presión arterial.
Uno de los lugares donde se puede propagar el cáncer de riñón es a la vena cava, una vena grande que transporta sangre pobre en oxígeno desde su cuerpo hasta su corazón. Si el tumor bloquea esta vena, puede ser potencialmente mortal.
Sistema inmune
El carcinoma de células renales metastásico desencadena la respuesta inmune del cuerpo, que puede producir fiebre en algunas personas. El enfoque del sistema inmunitario en el cáncer puede desviarlo de otras tareas importantes, como combatir las infecciones.
El cáncer se puede diseminar a los ganglios linfáticos (glándulas pequeñas en áreas como el cuello, debajo de los brazos y en la ingle) que forman parte del sistema inmunológico. Los ganglios linfáticos normalmente ayudan a atrapar virus, bacterias y otros invasores extraños. Cuando está enfermo o tiene cáncer, pueden hincharse.
Sistema nervioso
A veces el carcinoma de células renales se puede diseminar al cerebro. Los síntomas del cáncer metastásico en el cerebro incluyen dolores de cabeza, convulsiones, entumecimiento, hormigueo, debilidad y dificultad para hablar. A medida que el cáncer crece, también puede presionar los nervios de la espalda o los costados y causar dolor.
Sistema reproductivo
Un tumor puede bloquear el flujo de sangre a través de las venas llamado plexo pampiniforme dentro del escroto de un hombre. Las venas se agrandan, lo que se llama varicocele. A veces, un varicocele puede causar dolor y afectar la fertilidad de un hombre.
La comida para llevar
Una vez que el cáncer de células renales se propaga, es más difícil de tratar, pero aún tiene muchas opciones. Los médicos tratan este tipo de cáncer con cirugía, radiación, quimioterapia, terapia biológica e inmunoterapia. Su médico lo ayudará a elegir un tratamiento en función del lugar donde se haya diseminado el cáncer y de su salud en general.